La firma del acuerdo entre el Gobierno, los sindicatos y las patronales CEOE y Cepyme marca un hito importante en la reforma del sistema de pensiones en España. Este pacto establece un nuevo marco regulador que permitirá a los trabajadores compatibilizar el empleo con el cobro de la pensión, abriendo nuevas posibilidades y flexibilizando las condiciones de jubilación.
La resolución de este acuerdo es el resultado de un proceso de diálogo y negociación entre todas las partes implicadas, con el objetivo de encontrar soluciones equilibradas y beneficiosas tanto para los trabajadores como para las empresas. Este nuevo enfoque busca adaptarse a los cambios en el mercado laboral y las necesidades de una población cada vez más envejecid
Compatibilidad entre trabajo y pensión
El acuerdo establece las condiciones para poder cobrar el 100% de la pensión mientras se sigue trabajando. Para ello, se requerirá un mínimo de cinco años en activo tras cumplir la edad ordinaria de jubilación. Durante ese período de transición, se podrá ir percibiendo un porcentaje cada vez mayor de la pensión, empezando por el 45% con un año de demora y llegando al 100% a los cinco años.
Además, se incluyen mejoras en la jubilación parcial anticipada y en la jubilación activa, con el fin de facilitar la compatibilidad entre empleo y pensión y aprovechar mejor la experiencia y conocimientos de los trabajadores.
Nuevos coeficientes reductores de edad
Otro aspecto relevante del acuerdo es el establecimiento de un procedimiento para determinar coeficientes reductores de la edad de jubilación en ocupaciones especialmente penosas o peligrosas. Estos coeficientes se basarán en criterios objetivos como la incidencia y duración de las bajas médicas, las declaraciones de incapacidad permanente y los fallecimientos.
De esta manera, se busca proteger a los trabajadores que desempeñan tareas más duras y que, por lo tanto, necesitan una salida anticipada del mercado laboral.
Mejoras para trabajadores fijos discontinuos
El acuerdo también introduce beneficios para los trabajadores con contratos fijos discontinuos, recuperando el coeficiente multiplicador del 1,5 que se aplicaba al calcular el período de carencia para acceder a la pensión de jubilación, incapacidad permanente y muerte y supervivencia.
Esta medida busca reconocer la especial situación de este tipo de trabajadores, que alternan períodos de actividad con períodos de inactividad.
Impacto en las empresas
Además de las mejoras para los trabajadores, el acuerdo también incluye aspectos que benefician a las empresas. Por un lado, se levanta la suspensión del incentivo a las empresas que disminuyan su siniestralidad, estableciendo un nuevo sistema basado en la evolución de la siniestralidad y la realización de inversiones en prevención.
Por otro lado, se ha logrado un acuerdo sobre el papel de las Mutuas en la Incapacidad Temporal, estableciendo una colaboración con los Servicios Públicos de Salud para la realización de pruebas diagnósticas en patologías de origen traumatológico.
En resumen, este acuerdo representa un importante avance en la reforma del sistema de pensiones, buscando conciliar los intereses de trabajadores, empresas y el conjunto de la sociedad. La flexibilización de la jubilación, la protección de los trabajadores en ocupaciones más duras y las mejoras para los trabajadores fijos discontinuos son algunas de las claves de este pacto histórico.