En la actualidad, la sostenibilidad se ha convertido en un factor crucial para el éxito de las empresas, especialmente para las pymes que buscan consolidarse en un mercado cada vez más competitivo y consciente de las necesidades ambientales y sociales. Un estudio reciente de la Cámara de Comercio de España revela que el 40% de las pymes españolas ya integran criterios ASG (Ambiental, Social y de Gobernanza) en su gestión, un porcentaje considerable que demuestra un avance significativo en la adopción de prácticas sostenibles.
Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer, ya que el estudio también muestra que un importante número de empresas se encuentra en un estado de cumplimiento básico de la normativa, sin ir más allá. Analizar las áreas donde las pymes muestran mayor madurez y las áreas que requieren una mayor atención es esencial para impulsar una transición hacia un modelo empresarial más sostenible y competitivo.
La integración de los criterios ASG en las pymes: Un avance tangible
El estudio «Situación de la ASG en la pyme española» pone de manifiesto que la integración de los criterios ASG en las pymes españolas es un proceso en constante evolución. Si bien el 40% de las empresas ya incluyen estos criterios en su gestión, un 47% se encuentra en un estado de cumplimiento básico de la normativa. Esto significa que la mayoría de las pymes se encuentran en un nivel intermedio de madurez ASG, con un enfoque principalmente en cumplir con los requisitos legales y las regulaciones básicas en materia de sostenibilidad.
Es importante destacar que solo un 7% de las pymes se consideran «estratégicas» en su enfoque ASG, lo que implica que han integrado los criterios ASG en su estrategia empresarial de forma profunda, con una visión a largo plazo. Un 6% de las pymes, por otro lado, no aplican ninguna medida de sostenibilidad, ni siquiera las regulaciones básicas.
Las áreas de mayor y menor madurez en la sostenibilidad de las pymes
El estudio de la Cámara de Comercio de España revela que la gobernanza es el ámbito donde las pymes muestran mayor «madurez» en términos de sostenibilidad, con un promedio de 2,63 sobre 4. La inclusión de cuestiones como la ética y la transparencia, la fiscalidad, la gestión de la lucha contra la corrupción y la competencia desleal, indica un interés creciente en las pymes por promover prácticas éticas y responsables en su gestión.
Sin embargo, en los ámbitos social y ambiental, la madurez media no supera el 2,34. Si bien las empresas están avanzando de forma individual en estos aspectos, todavía no disponen de un modelo integral que integre todos los elementos en una estrategia conjunta. Esto significa que la implementación de prácticas sostenibles en las áreas social y ambiental necesita un impulso significativo para alcanzar una integración completa en las estrategias empresariales.
La tamaño de la empresa también juega un papel importante en el grado de integración de criterios ASG. Las pymes con menos de 50 empleados muestran un menor grado de «madurez» y se inclinan más por el cumplimiento básico de la normativa. Por otro lado, las empresas con más de 50 empleados presentan un mayor grado de medidas en favor de la sostenibilidad, con una media de 2,63. Esto sugiere que las empresas más grandes son más propensas a invertir en iniciativas de sostenibilidad y a integrar prácticas sostenibles en sus procesos y operaciones.
