La sentencia de Daniel Sancho confirma la «relación» con Edwin Arrieta

Dentro de la historia del crimen cometido por Daniel Sancho uno de los flecos sobre los que siempre se había especulado era la naturaleza de la relación del chef español con su víctima, el cirujano colombiano Edwin Arrieta. El móvil del crimen no se entiende sin el conocimiento de la existencia de un historia previa entre el condenado y el asesinado. La sentencia del tribunal tailandés le pone nombre: «relación homosexual».

Este hecho no es baladí ya que el tribunal desestimó la versión del hijo de Rodolfo Sancho según la cual mató al colombiano para protegerse de una agresión sexual. «La supuesta negativa del acusado se considera infundada e interesada», se lee en el fallo. «Por lo tanto», concluyen «esta alegación carece de credibilidad y no se acepta como defensa válida».

La sentencia baraja la hipótesis de que el móvil del crimen sea que Daniel habría decidido poner fin a la relación, mientras que Arrieta no quería terminar su romance: «Dado que el acusado había puesto fin a la relación, pero el fallecido se había negado a aceptarlo y había amenazado con revelar secretos y matar al acusado, se cree que este fue un motivo para el acto violento que condujo a la muerte del fallecido».

Con respecto a este punto conviene recordar la confesión que hizo el español ante la policía el 5 de agosto de 2023. El relato de Sancho ante los agentes queda reflejado en la sentencia. El acusado «necesitaba la ayuda económica del fallecido», pero que Arrieta le dijo que si quería «ayuda con los asuntos financieros» debía «utilizar su boca para chupar los genitales» del colombiano.

Él «no dio su consentimiento» y decidió «expulsar de la habitación» a Edwin y este le amenazó «con que si no daba su consentimiento revelaría la relación entre el fallecido y el acusado a otras personas». Esto dio lugar a una discusión en la que Arrieta «intentó estrangular» a Sancho y éste le golpeó en la cara y el cirujano «camino hacia atrás y tropezó con el borde de la puerta del baño» dándose un golpe en la cabeza contra el «lavabo».

Sancho siguió su relato confesional afirmando que cuando se acercó a su amigo tras caerse éste «le mordió en el brazo izquierdo y él volvió a golpearle en la cara» ante lo que el colombiano le «mordió en el brazo derecho». La violencia siguió y Edwin mordió en la garganta a Daniel que lo empujó y cayó y falleció.

Siguiendo la confesión de Daniel, reconoció el descuartizamiento del cuerpo y que se lo llevó en partes para tirarlo al mar desde un kayak que costó 1000 dólares.

«TENGO QUE QUERERTE MUCHO»

Entre el material que aporta el documental son los whatsApp entre Sancho y Edwin en las horas previas al crimen. Unos mensajes que demuestran la cercanía entre ambos. El día de la llegada de Edwin a la isla, el cirujano le envío un vídeo a Daniel desde el barco. «¿Vas en esa lancha? ¿Te agarraste un barco privado? Menudo sin vergüenza», contestaba el español.

Justo cuando la sentencia se ha hecho pública DMAX ha estrenado el segundo capítulo de El Caso Sancho. El episodio cero se emitió en abril coincidiendo con el inicio del juicio en Tailandia. Ahora, este nuevo episodio se estrena tras conocerse el contenido completo de la sentencia y cuenta, como el inicial, con la intervención en exclusiva de Rodolfo Sancho.

Desde ese momento no pararon de mensajearse. Daniel acudió al puerto a esperarle pero no consiguieron verse porque Edwin decidió que quería irse a dar una vuelta. «Ah fenomenal, llegas y te vas a hacer un plan tú solo y yo aquí esperándote en el puerto», escribió un enfadado Daniel. Algo que su amigo se tomó con humor llamándole «enojón».

Era justo después cuando Sancho pronunciaba una frase que, con el paso del tiempo, se puede interpretar como reveladora: «Nos tomamos algo aquí, Koh Pha Ngan te va a recibir abriéndose el cielo». Edwin, totalmente ajeno a todo lo que estaba por llegar, reafirmaba las palabras del chef: «Sí, son bendiciones». «Chiqui, tengo que quererte mucho para hacer esta travesía», le aseguraba.

Hubo un momento en el que por fin concretaron verse. «Nos tomamos algo aquí, Koh Pha Ngan te va a recibir abriéndose el cielo», escribió Daniel. «Sí, son bendiciones», replicó Arrieta.

MENSAJES PARA UN MUERTO

Una vez había asesinado a Edwin, Daniel Sancho siguió mandando mensajes al móvil de Edwin para demostrar su preocupación. «Estoy muy preocupado, hace horas que no te veo. Llevabas todas tus cosas, la plata, el móvil…»; «Chiqui, por favor, tienes que responder» o «Chiqui, por Dios, espero que estés ahí y que simplemente hayas perdido el móvil o la bolsa. No entiendo nada. Tengo miedo».

Ahora ya sabemos que mientras estaba escribiendo estos mensajes, a la vez, amigos y familiares de Edwin instaron a Daniel a acudir a la policía a denunciar su desaparición. Una visita a dependencias policiales que acabó con su confesión y el inicio de un caso que ya forma parte de la crónica negra nacional.