Andorra está analizando una nueva normativa que puede traer consigo efectos sobre los turistas que elijan este destino para la temporada invernal. El gobierno de Andorra está planeando la aplicación de un proyecto que consista en cobrar un nuevo impuesto para preservar su patrimonio y el estado del distrito.
Con el objetivo de proteger el entorno natural, el ejecutivo andorrano está delimitando estrategias que puedan contribuir a esta decisión. Los meses siguientes serán los que más visitantes reciban debido al inicio de la temporada de esquí en sus centros. Por esto, desde las autoridades del distrito quieren garantizar el correcto cuidado de la ciudad y la preservación del medio ambiente.
Las medidas de Andorra para garantizar la preservación del espacio
Las medidas del gobierno de Andorra están pensadas para contribuir al cuidado del espacio y el entorno natural. Es por esto que se está analizando la aplicación de una tasa para los coches extranjeros que circulen por sus carreteras. Esta medida afectará a los visitantes del exterior cuyo importe variará dependiendo de si se acude al Principado en temporada alta o baja.
Esta nueva reglamentación, que aún está en periodo de análisis, se basó en el modelo suizo que aplica las mismas normativas. En este sitio los coches de extranjeros llevan una etiqueta que se pega en el parabrisas del coche y que hay que abonar antes de utilizar sus autopistas. Su precio ronda los 40 francos suizos (unos 42 euros), por lo que el modelo andorrano podría ser similar.
Andorra y la medida que puede afectar a turistas de todo el mundo
Andorra se convirtió en el enclave preferido para los senderistas, los amantes de la naturaleza y los esquiadores apasionados. Su ubicación privilegiada, en medio de los Pirineos y limitando entre Francia y España, lo convirtieron en un destino de lujo que también sufre la masificación del turismo. Por ello, es que las autoridades están pensando en estas medidas que puedan controlar los efectos en el medio ambiente y que puede perjudicar a los extranjeros.
Esta decisión está avalada por las estadísticas alarmantes del año pasado: en 2023 Andorra alcanzó cerca de diez millones de visitantes, superando ampliamente su capacidad de preservación de recursos naturales. Noviembre y abril son los meses predilectos para los turistas que eligen este páramo para disfrutar de sus dos pistas de esquí más importantes por lo que esta medida se aplicaría en los meses de temporada alta. Sin embargo, aún no se confirmaron las tasas ni cuándo comenzaría a correr esta reglamentación que promete terminar con el flagelo del turismo masivo.
