Tarta de Oreo sin horno, rápida y fácil de hacer: la receta perfecta

La tarta de Oreo se ha convertido en uno de los postres más deseados por su irresistible combinación de galleta crujiente y suave crema. Lo mejor de todo es que existe una versión sin horno, perfecta para quienes buscan una opción sencilla y rápida sin perder el delicioso sabor característico de las Oreo. Este postre, además de ser fácil de preparar, no requiere habilidades avanzadas en la cocina, por lo que es ideal tanto para principiantes como para cocineros experimentados.

Para quienes buscan una tarta que deje a todos impresionados, la tarta de Oreo es una excelente elección. Su textura cremosa y su base de galleta con mantequilla ofrecen un contraste irresistible al paladar. A continuación, te explicamos cómo hacerla paso a paso, sin la necesidad de utilizar el horno, con ingredientes que probablemente ya tengas en casa o sean muy fáciles de conseguir.

Ingredientes básicos para una tarta sin complicaciones

Ingredientes básicos para una tarta sin complicaciones

El proceso comienza con la base, para la cual necesitarás un paquete de galletas Oreo de 170 gramos y 50 gramos de mantequilla. La clave aquí es triturar las galletas Oreo, después de separar su crema, hasta que queden en polvo. Estas se mezclan con la mantequilla a temperatura ambiente para formar una masa consistente que se colocará en un molde desmontable de 22 cm. Este paso es fundamental para lograr una base firme y bien compacta.

Para el relleno de la tarta de Oreo, los ingredientes son igual de simples: 250 gramos de queso Mascarpone, 500 ml de nata líquida o crema de leche con un 35% de materia grasa, 300 ml de leche entera, 150 gramos de azúcar y dos sobres de cuajada (10 gramos cada uno). Estos ingredientes, combinados con la crema de las galletas Oreo que previamente se reservó, crearán una mezcla suave y cremosa, perfecta para la tarta de Oreo.

Elaboración fácil y rápida de la tarta de Oreo

Elaboración fácil y rápida de la tarta de Oreo

Una vez preparada la base, se deja enfriar en la nevera mientras se elabora el relleno. Para ello, es importante calentar en un cazo a fuego bajo la leche, el queso Mascarpone, la nata, el azúcar y la crema de las galletas Oreo, asegurándonos de remover continuamente. Aparte, en otro recipiente, se disuelve uno de los sobres de cuajada en leche templada, evitando que queden grumos. Esta mezcla se incorpora al cazo, aumentando un poco la temperatura para que comience a hervir suavemente.

Cuando la crema esté lista, se vierte sobre la base de galleta Oreo que ya debería estar bien fría. Se puede agregar algún trozo de galleta en el interior para darle un toque crujiente extra. Luego, se deja reposar a temperatura ambiente antes de refrigerarla durante al menos tres horas, aunque es recomendable dejarla en la nevera de un día para otro, para obtener una textura perfecta.

Una vez la tarta de Oreo ha cuajado correctamente, llega el momento de la decoración. Aquí, la creatividad es clave. Puedes optar por añadir galletas Oreo enteras o en trozos sobre la superficie, e incluso espolvorear un poco de cacao en polvo para darle un toque más sofisticado. La combinación del relleno suave con el crujiente de las galletas Oreo es lo que hace que esta tarta sea tan especial.