El rey Juan Carlos ha vuelto a ser el centro de atención en las recientes semanas, con dos movimientos que han dado mucho de qué hablar y que, para algunas personas, habrían incomodado a los actuales monarcas, Felipe y Letizia.
En un acto que tomó por sorpresa a muchos, el rey emérito se presentó en el funeral de Alejandro Fernández de Araoz, primo del rey Felipe, con una actitud inesperadamente jovial. Llegó saludando con sonrisas y abrazos a los presentes, riendo como si no estuviera en medio de un solemne adiós. Esta actitud tan tranquila no se correspondía con el ambiente que se espera en un funeral, lo cual ha despertado comentarios sobre la intención tras su presencia en ese lugar.
1El primer movimiento del rey Juan Carlos implica a sus dos hijas, las infantas Elena y Cristina
Esta no fue la única aparición pública del rey Juan Carlos durante su estancia en España. Antes de asistir al funeral, había pasado la tarde en el Palacio de la Zarzuela para celebrar el cumpleaños de su nieta, Victoria Federica, quien debutaba en televisión esa misma noche en ‘El Hormiguero’. El evento reunió a varios miembros de la familia real, incluyendo al rey Felipe, la reina Sofía, la infanta Elena y la infanta Cristina con sus hijos, aunque hubo una notable ausencia, la de la reina Letizia. Esta situación ha reflejado para algunos la tensa relación entre la reina y su suegro.
Lo que ha quedado en evidencia con estos eventos es que el rey Juan Carlos sigue haciendo gala de su carácter independiente y, a menudo, desafiante. Mientras continúa manteniendo vínculos con sus hijas, Elena y Cristina, también ha aprovechado su reciente visita para llevar a cabo gestiones relacionadas con la creación de una fundación, destinada a proteger su fortuna. Según lo reportado por ‘El Confidencial’, esta fundación estaría formada junto a sus dos hijas, lo que ha sido interpretado como un intento de asegurarse de que su patrimonio quede en manos de su familia más cercana.
