Joaquín Goyache Goñi ha tratado de desvincularse del caso Begoña Gómez desde que el juez Juan Carlos Peinado le citara primero como testigo y después como imputado en la causa por cometer presuntamente delitos de tráfico de influencias, corrupción en los negocios y prevaricación administrativa, uno de los delitos que supondrían inhabilitación para el ejercicio de rector de la Universidad Complutense de Madrid, un cargo público como el que ostenta hasta ahora y al que se ha aferrado desde el estallido de la investigación judicial.
Durante la declaración de Goyache Goñi el pasado mes de julio, el juez Peinado dejó claro que cambió la figura del rector de la Complutense de testigo a imputado por sus propias declaraciones, así como las de Jose María Cuellos de Portugal y de Juan Carlos Doadrio, entonces vicerrector de la Complutense.
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EL DESEO DE DECLARAR DE GOYACHE GOÑI
Tras dejarle constancia de su imputación, Goyache Goñi se mostró dispuesto a declarar y dar su versión ante el juez titular del Juzgado de Instrucción 41 de Madrid. «Mi deseo es declarar», respondió. Acto seguido y ante las dudas de una de las acusaciones populares, el juez Peinado explicó que la imputación del rector de la Universidad Complutense de Madrid se debe al «nombramiento en concreto de una persona y de las instrucciones que se han dado para que se creara una cátedra extraordinaria dentro da Universidad Complutense de Madrid».
Asimismo, la acusación popular señaló que de la investigación podrían derivarse otros supuestos delitos, como el de cooperador necesario, entre otros, para colocar a Begoña Gómez al frente de la polémica cátedra extraordinaria o el de su participación como inductor. No obstante, el juez Peinado le frenó los pies al letrado: «Por el momento, no es el caso».
Goyache Goñi soltó el bombazo que señalaba directamente a La Moncloa como el centro de operaciones de la esposa del presidente del Gobierno. Según relató, fue Begoña Gómez quien le llamó para hablarle del I Congreso sobre Transformación Social Competitiva, un acto que fue presentado por Jesús Calleja y la propia Begoña Gómez. Durante cinco minutos de intervención grabada, el rector de la Complutense anunció la creación de la cátedra extraordinaria.
En el encuentro en uno de los despachos de La Moncloa, que no supo precisar porque «le llevaron», Goyache Goñi aseguró que habló de aquel Congreso, para hablar por último de la creación de la cátedra extraordinaria debido al «interés» de varias empresas que tendrían dicho interés, así como un departamento de la ONU. Goyache Goñi afirmó que no hubo reuniones en la Escuela de Gobierno de la Complutense ni en el decanato debido a la pandemia.
SOLO UNA REUNIÓN PRESENCIAL, PERO HUBO MÁS
«Presencialmente, solo hubo una reunión», dijo Goyache Goñi, que no logró contabilizar las veces que Begoña Gómez le llamó para llevar a cabo el proyecto de estudios propuesto. «No, presencialmente, solo una», insistió ante las preguntas planteadas. «Por teléfono, pues, no sé, no lo puedo recordar», señaló acto seguido.
«¿Llegó usted a tener conocimiento de que la señora Gómez Fernández, en ese momento, tenía la condición de esposa del presidente del Gobierno?», le preguntó el juez Peinado. «Sí», respondió el rector.
«¿Posteriormente usted cursó algún tipo de orden al vicerrector Juan Carlos Doadrio para que se creara la cátedra de Transformación Social Competitiva?», le interrogó Peinado a Goyache Goñi, quien respondió: «Simplemente le transmití que había un interés por dos empresas para crear una cátedra extraordinaria». Fue a partir de entonces cuando delegó el resto del papeleo en Doadrio, sin haberle explicado que se había reunido con Begoña Gómez.
GOYACHE GOÑI OCULTÓ DETALLES DE LA CÁTEDRA EXTRAORDINARIA A LA COMPLUTENSE
«Existe una discrepancia entre lo que está manifestando» y lo que dijo Doadrio, apuntó el juez Peinado, que le reiteró la cuestión sobre las conversaciones posteriores a la reunión en La Moncloa con Doadrio. «¿Puede reiterar cuál fue la conversación que usted mantuvo con Juan Carlos Doadrio?», le insistió el juez.
«Simplemente le transmití que había una posibilidad de hacer una cátedra sobre sostenibilidad y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y relacionada con las pymes», apuntó Goyache Goñi, quien matizó que había dos instituciones con un «gran interés» para crear una cátedra en la Complutense, que en ese momento impartía 52 cátedras extraordinarias, pero ninguna de ellas tenía en la dirección a una persona sin titulación.
«Se le exige el interés del tema de la práctica extraordinaria, unas instituciones que la respalden y una sostenibilidad económica con aportaciones por parte de esas instituciones que son los 30.000 euros al año durante al menos tres años», destaca. La cátedra de Begoña Gómez obtuvo directamente 120.000 euros durante cuatro años de los principales patrocinadores, es decir, 15.000 euros anuales de cada uno de ellos, un 50% más de lo exigido al resto de cátedras extraordinarias.
El dinero fue a parar al órgano gestor, mientras Goyache Goñi se desentendió por completo de la acta de formalización, el examen de idoneidad para dirigir la cátedra extraordinaria y demás documentación establecida, delegando toda la responsabilidad en Doadrio, quien afirmó que no hubo ningún tipo de exigencia para montar los estudios, pero señaló que debían estar bien todos los requisitos.
