La sentencia contra Daniel Sancho, dictada en Koh Samui el pasado 29 de agosto, no ha puesto punto y final a uno de los casos más seguidos de la crónica negra en los últimos años. La controversia entre los distintos abogados de ambas partes, así como el papel de Rodolfo Sancho siguen siendo un buen alimento para los medios de comunicación.
Rodolfo Sancho está a punto de estrenar la segunda parte de su docuserie para HBO. Una exclusiva en formato documental cuya primera parte se emitió en mayo coincidiendo con las sesiones del juicio en Tailandia. La actitud del actor y la forma en la que se refería al suceso, equiparando víctima y victimario, generaron muchas críticas. Además, su trato con los informadores desplazados al país asiático para seguir el proceso distó mucho de ser educado.
En el polo contrario está su exmujer y madre de Daniel, Silvia Bronchalo. La que fuera también actriz ha mantenido un perfil bajo y, al contrario que su exmarido, no ha hecho declaraciones consideradas por muchos fuera de lugar. Además, su trato con los medios, off the record, desplazados a Tailandia fue muy positivo y así lo han señalado algunos periodistas.
El Caso Sancho ha supuesto una ruptura total entre los que en su día fueron marido y mujer. Desde agosto de 2023, cuando España se quedó estupefacta al conocer lo sucedido en Tailandia, Bronchalo y Sancho tuvieron opciones distintas sobre cuál era la mejor estrategia de defensa para su hijo.
El siniestro caso ha devuelto el nombre de Silvia Bronchalo a las páginas de los periódicos. Silvia y el hijo de Sancho Gracia se conocieron en 1994 cuando ambos estudiaban en la misma escuela de interpretación. El sueño de Silvia era triunfar en las tablas.
«LA ADOLESCENCIA DE DANIEL NO FUE FÁCIL»
Cuando se conocieron Silvia tenía 18 años y Rodolfo, uno más. A los pocos meses ella se quedó embaraza de Daniel y se casarón dos años después. Una unión que fue puntalmente recogida por la prensa del corazón de la época. Algo normal, ya que Rodolfo era una joven promesa hijo de Sancho Gracia, uno de los actores más queridos por el público de la época.
La unión entre Silvia Bronchalo y Rodolfo duró doce años. Se separaron siendo aún muy jóvenes. «No estaban ambos en un punto maduro de su vida y durante mucho tiempo que estuvieron juntos su nexo de unión fue Daniel. Posiblemente, de no haber tenido un hijo habría sido sólo un amor de juventud», explica a este periódico una persona cercana al entorno de Silvia.
Bronchalo, pronto decidió dejar su carrera actoral y buscar nuevos horizontes profesionales. Hoy Silvia se dedica con éxito la gestión de patrimonios. A finales de los noventa cuando ella empezada a alejarse del mundo del espectáculo, Rodolfo empezaba a triunfar como actor gracias al culebrón juvenil Al salir de clase en Telecinco.
La separación del joven matrimonio fue amistosa pero ahí empezó a gestarse parte de la guerra que ha cristalizado tras el asesinato de Edwin Arrieta.
«No estaban ambos en un punto maduro de su vida y durante mucho tiempo que estuvieron juntos su nexo de unión fue Daniel. Posiblemente, de no haber tenido un hijo habría sido sólo un amor de juventud»
«La adolescencia de Daniel no fue fácil. Es verdad que nunca uno se imagina que un chico, por muy complicado que sea, va a acabar con esto tan duro, pero no fue fácil», explica nuestra fuente del entorno amistoso de Silvia Bronchalo. «Rodolfo siempre cumplió como padre, nunca faltó nada, pero, claro, en esos años, a veces el padre no está todo lo volcado que uno se espera. Daniel vivía con Silvia y como madre, fue una etapa difícil. Como ocurre a todas las madres. Cuando un chico se desmanda un poco pues, a veces, la situación te supera un poco… A lo mejor ahí faltó un poco más de implicación por parte de Rodolfo, pero son cosas complicadas de analizar. Cada uno lo vive a su manera. Ser padre y ser madre, sobre todo cuando se es muy joven, es lo más difícil del mundo», nos recuerda.
GUERRA FRÍA
El alejamiento entre Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo se tornó insalvable cuando el suceso protagonizado por su hijo Daniel trastocó sus vidas. Empezó entonces un enfrentamiento entre ambos por sus divergencias con respecto a cuál era la mejor estrategia para la defensa de Daniel. El asunto llegó a mayores cuando Silvia decidió llevar a los tribunales al padre de su hijo mayor por un presunto delito de violencia de género por unos mensajes enviados por el actor a Silvia.
El pasado mes de julio el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número uno de Alcobendas (Madrid) dictaba auto de sobreseimiento y archivo del procedimiento de esta denuncia.
La magistrada observó diferentes contradicciones. Estableció que desde el día en que supuestamente ocurrieron los hechos denunciados, que supuestamente sucedieron en un lapso de tiempo desde el día 5 de agosto hasta el 17 de agosto de 2023, «no existían expresiones o comportamientos vejatorios».
Tras conocerse la sentencia condenatoria contra Daniel Sancho, la relación entre los padres parece volver a ser de guerra fría pero evitando llegar a un enfrentamiento directo como ocurrió hace meses. Fuentes del caso aseguran que, una vez más, los padres del joven vuelven a tener criterios dispares sobre la conveniencia de recurrir la sentencia a cadena perpetua.
FAMILIA DE MANOLETE
El mundo del espectáculo ya es el pasado para Silvia Bronchalo. Rodolfo pertenece a una popular saga de actores, pero también Silvia tiene vínculos familiares con la cultura y la farándula. En concreto vinculados con Manolete. La muerte del diestro, ocurrida en Linares en 1947, forma parte del imaginario cultura de nuestro país. Hasta tal punto que todavía se usa la expresión «ni que yo fuera el toro que mató a Manolete».
El vínculo entre el mítico diestro y la madre de Daniel Sancho hay que buscarlo en el que fue el gran amor de Manolete, la actriz Lupe Sino. Su figura siempre ha estado rodeada de cierto misterio y leyenda al morir pocos años después del torero con el que protagonizó un amor rupturista para el puritanismo de la época.
Lupe Sino se llamaba realmente Antoñita Bronchalo Lopesino. La hermana de Lupe Sino, es la abuela de Silvia. Un vínculo que hace semanas destapó El Cierre Digital. Décadas más tarde Silvia intentó emular el éxito artístico de su tía-abuela.
En cuanto a Lupe Sino, icono de la cultura popular por su amor con el matador de toros, no soportó el morbo que su figura despertaba tras la muerte del diestro. Tras un breve romance con el futuro galán Arturo Fernández decidió marcharse a México para seguir su carrera. En esos años el cine azteca era la industria más popular de habla hispana con figuras como María Félix o Cantinflas. Lupe siguió los pasos de otras compatriotas que en tierras mexicanas se convirtieron en estrellas de la pantalla como Lola Flores a Sara Montiel. Sin embargo, en 1959 falleció con tan sólo 42 años víctima de un derrame cerebral.
Si la muerte de Manolete es uno de los hitos populares de la España de la posguerra, hoy el Caso Sancho ha pasado por méritos propios a la crónica negra nacional. Entre ambas tragedias, la figura discreta de Silvia Bronchalo.