Emiliano García-Page da una palada más en su tumba política en el PSOE. El presidente de Castilla-La Mancha no convence ni en sus propias filas, ni mucho menos en las del Partido Popular tras su rechazo público al concierto catalán. El líder socialista de los castellanomanchegos no logra reunir fuerzas internas para armar una candidatura con garantías para hacer frente a Pedro Sánchez tras un Comité Federal donde todas las filas están más prietas que nunca.
«Nadie se quiere movilizar contra Pedro Sánchez, a pesar de las críticas internas y públicas por el concierto catalán, el culmen de la desigualdad», apuntan fuentes socialistas. García-Page ha tomado buena nota de la ausencia de apoyos a una hipotética candidatura para hacer frente a la reelección de Pedro Sánchez como secretario general. «Los militantes están hartos de su palabrería, más propia de la oposición que de posiciones progresistas. Si quiere entregar el poder al PP, allá él», destacan visiblemente enfadados varios militantes que han acudido al nuevo homenaje y cierre de filas a Pedro Sánchez.
El líder del PSOE ha evitado dar explicaciones sobre el nuevo concierto económico pactado con ERC. Ni un número, ni tampoco una hoja de ruta para crujir a «impuestos a quienes ganan como para vivir cien vidas». El presidente del Gobierno no ha facilitado en qué consiste el acuerdo con ERC, más allá de iniciar los pasos para un «cambio de modelo» en la financiación autonómica, donde todos los territorios se verían beneficiados, eso sí, si se suben los impuestos, justo en la línea contraria de todas las autonomías gobernadas por el PP.
EL PSOE EVITA EXPLICAR A SUS MILITANTES EL PACTO CON ERC
El pacto con ERC esconde no solo la recaudación, gestión y liquidación de todos los impuestos en Cataluña, sino que el resto de autonomías paguen el agujero dejado en las arcas públicas, mientras deberán aportar el dinero para cubrir los gastos de pensiones y paro. Todo en uno. Privatizar en Cataluña los ingresos para la Generalitat, pero socializar el resto de gastos con el fin de obtener los apoyos de ERC en los Presupuestos, tanto en la Generalitat como en el Gobierno de España.
El plan, sobre el papel, tiene muy buena pinta para el PSOE al mantener intacto el poder, pero en la realidad es más compleja. Faltan más apoyos, como los de Junts, el propio de José Luis Ábalos, Podemos e incluso parte de Sumar, especialmente la confluencia catalana, que mantiene un duro pulso en el Ayuntamiento de Barcelona y en el Parlament a la hora de sacar adelante las cuentas. Por medio se encuentran diputados del PSOE críticos con la gestión del concierto catalán, un privilegio muy difícil de mantener dadas las desigualdades producidas en el resto de España.
«Son los contribuyentes y las empresas quienes pagan los impuestos, no los territorios. Aprobar el concierto económico en Cataluña terminaría con todo consenso establecido», destacan. Sin embargo, hay un pero: «Tampoco le podemos servir en bandeja este mensaje al Partido Popular».
LAS CRÍTICAS A GARCÍA-PAGE AUMENTAN: HABLA, PERO NO ACTÚA
Es decir, los críticos a la política de Pedro Sánchez y al pacto de Salvador Illa a ERC en Cataluña, al que califican de «privilegio a una de las Comunidades Autónomas más ricas», se quedan únicamente en los lamentos y las quejas. Sin actuación en consecuencia. «Podemos criticar y siempre es bienvenida, por más que nos digan en privado, y de forma velada en público, que nos callemos», aseguran las fuentes consultadas.
En este sentido, han destacado las propias declaraciones publicadas de Ramón Jáuregui, quien fuera líder de los socialistas vascos y que se ha opuesto al concierto económico catalán. Pero poca repercusión han tenido las palabras de García-Page, que ha tratado de incendiar en cónclave del PSOE desde su llegada. «No tiene credibilidad ninguna, ni el PSOE ni mucho menos en el PP. No se lo cree ni él mismo», consideran sobre su discurso.
«Se opuso a los indultos, se opuso a negociar con Podemos, se opuso a la amnistía… y ahora se opone al pacto entre el PSC y ERC», ironizan. «Aprobó los indultos, la amnistía y lo hará con el acuerdo singular en Cataluña. Otra opción sería su tumba política. No es ni José Bono ni tampoco le llega a la suela del zapato», apunta un militante socialista de Castilla-La Mancha. «Si no quiere este PSOE, que se marche», han considerado.
Dentro de la reunión de los barones, García-Page se ha mostrado conciliador, pero con críticas al nuevo privilegio económico para Cataluña. «Una cosa es singularidad y otra cosa es un régimen específico», ha asegurado. En este sentido, García-Page ha dejado clara su lealtad al liderazgo de Pedro Sánchez, pero insta a mantener un debate en el Comité Federal sobre «política e ideas», aunque los socialistas no están por la labor dado el resultado en Cataluña y la necesidad de alcanzar pactos con los independentistas para mantener el poder en La Moncloa.
GARCÍA-PAGE ACEPTARÁ EL PACTO SINGULAR CON ERC
Pese a las críticas, García-Page insiste en creer las buenas intenciones y palabras de los barones, que han realizado una encendida defensa de Pedro Sánchez y su estrategia para gobernar. Asimismo, avalan que sean Santos Cerdán y María Jesús Montero los encargados de organizar el Comité Federal, donde se pondrá de manifiesto el alcance de los pactos establecidos hasta ahora y que pocos se atreven a cuestionar.
«Lo que todo el mundo está diciendo con claridad es que vale lo que se plantea allí. Pero que esto hay que hablarlo juntos. Esa idea sale clarísima del Comité y lo vamos a hablar», ha asegurado el líder castellanomanchego del PSOE.
García-Page, no obstante, volverá a caer en la trampa de Ferraz, donde se ha pactado sin consultar realmente a la militancia sobre el qué se negocia y qué acuerdos se han cerrado. Ocurrió con la consulta a la militancia tras el pacto oculto con Junts, un referéndum en el que se preguntó si se avalaba cualquier pacto realizado, independientemente de los términos y condiciones. «Aquello fue un cheque en blanco y hoy se niegan a facilitar información sobre el nuevo modelo que habrá que defender en todos los territorios», puntualizan las fuentes.
Ahora el PSOE habla de modelo de financiación, no de concierto económico ni pacto fiscal, a pesar de las serias dificultades legales para llevarlo a cabo, pero también era imposible pactar con Podemos o Sumar o con los independentistas de Junts y ERC. Los cambios de opinión están a la orden del día y habrá numerosos a raíz del nuevo sistema de financiación que se pretende desarrollar.
