El Papa Francisco ha celebrado este domingo una misa en Port Moresby, en Papúa Nueva Guinea, ante más de 35 mil personas, a las que ha llamado a «abrirse a Dios, abrirse a los hermanos, abrirse al Evangelio y hacer de él la brújula de (su) vida».
«¡Ánimo, no temas, pueblo papú! ¡Ábrete! Ábrete a la alegría del Evangelio, ábrete al encuentro con Dios, ábrete al amor de los hermanos», ha dicho el pontífice en su mensaje a la comunidad de fieles del país.
Durante la homilía, el Papa Francisco ha advertido de aquellas cosas que «nos alejan de Dios y de los demás». «Existe una sordera interior y un mutismo del corazón que dependen de todo aquello que nos encierra en nosotros mismos, que nos cierra a Dios y a los demás: el egoísmo, la indiferencia, el miedo a arriesgarse e involucrarse, el resentimiento, el odio, y la lista podría continuar. Todo esto nos aleja de Dios, de los hermanos, de nosotros mismos; y de la alegría de vivir», ha señalado.
Después de Indonesia y Papúa Nueva Guinea, está previsto que el pontífice visite Timor Este, donde llegará el próximo lunes, y Singapur. Esta guira de doce días en por Asia y Oceanía marcará no solo el viaje apostólico internacional más largo del pontificado de Francisco, sino también el más complejo.