Las perrunillas tradicionales de Extremadura son uno de esos dulces que, con solo probarlos, te llevan directo a la cocina de las abuelas, donde el aroma de la manteca y la canela impregnaban el ambiente. Estas galletas típicas, con su textura crujiente por fuera y suave por dentro, se han convertido en un símbolo de la repostería en esta región española. Preparar perrunillas tradicionales no solo es fácil, sino también una forma deliciosa de mantener viva la tradición gastronómica extremeña.
2Preparación de estas deliciosas galletas típicas
El secreto de las perrunillas tradicionales está en su sencilla preparación, que esconde pequeños detalles que sin duda hacen la diferencia. Para empezar, es esencial trabajar la manteca de cerdo a temperatura ambiente para que se mezcle bien con el azúcar, formando una crema suave y homogénea. Esta mezcla se complementa con la ralladura de limón y la canela, ingredientes que infunden su aroma característico y hacen que cada bocado sea un auténtico placer.
Una vez que se agregue el huevo, la masa de las perrunillas tradicionales comienza a tomar forma. Se incorpora la harina poco a poco, mezclando suavemente hasta obtener una masa que no se pegue a las manos pero que sea lo suficientemente flexible para dar forma a las galletas. Es fundamental tener en cuenta que esta masa no debe trabajarse demasiado para que las perrunillas conserven su textura crujiente por fuera y tierna por dentro.
El siguiente paso es darle forma a las perrunillas. Tradicionalmente, se hacen bolas pequeñas que luego se aplastan ligeramente con la mano, dándoles esa forma rústica tan característica. Antes de hornearlas, por lo regular se espolvorean con azúcar, lo que les da un toque crujiente y caramelizado al salir del horno. En unos minutos, el aroma de las perrunillas tradicionales llenará la cocina, invitando a todos a probar este delicioso bocado.