El Gobierno de Canarias se ha visto enfrentado a una crisis ambiental de gran magnitud tras el vertido de aproximadamente 1.800 litros de fueloil IFO 180 en el Puerto de La Luz de Las Palmas de Gran Canaria. Este incidente ha generado una situación de emergencia que ha obligado a las autoridades a tomar medidas inmediatas para contener el daño y evitar mayores consecuencias.
La declaración del nivel 2 del PLATECA (Plan Territorial de Emergencias de Protección Civil de la Comunidad Autónoma de Canarias) ha puesto en marcha un operativo de limpieza y vigilancia en las zonas costeras afectadas. Los equipos de Gesplan han trabajado arduamente para retirar los residuos acumulados en la Playa de La Restinga y la desembocadura del Barranco Real, logrando retirar un metro cúbico de estos desechos.
ESFUERZOS PARA CONTENER EL DAÑO AMBIENTAL
La gravedad del incidente ha requerido la intervención de diversos organismos y expertos, entre ellos el Instituto Español de Oceanografía, el CSIC, la AEMET y PLOCAN, quienes han unido sus conocimientos y recursos para evaluar el alcance de la situación y facilitar la toma de decisiones por parte de las autoridades.
Los esfuerzos de limpieza han sido exitosos, evidenciando una disminución importante de la afectación en la costa debido a las labores realizadas. Sin embargo, aún se mantiene la vigilancia en la zona, ya que existe la posibilidad de que lleguen más restos y partículas del combustible derramado a las áreas ya afectadas y, de manera puntual, a nuevas zonas en el sureste y sur de la isla.
En la playa de Bocabarranco, las manchas de combustible son más dispersas y se encuentran localizadas entre las rocas del litoral, lo que dificulta su retirada y complica aún más la labor de limpieza.
PREPARACIÓN PARA POSIBLES CAMBIOS METEOROLÓGICOS
Los técnicos de la Dirección General de Emergencias han aconsejado continuar con el seguimiento de las posibles corrientes de retorno que podrían producirse en la costa sur y sureste de Gran Canaria, ante el previsible cambio de las condiciones meteorológicas para las próximas horas.
Esta situación de emergencia ambiental ha puesto a prueba la capacidad de respuesta y coordinación del Gobierno de Canarias, que ha movilizado todos sus recursos para mitigar los efectos del vertido y proteger el delicado ecosistema de la región. La colaboración entre las diferentes agencias y la participación de expertos han sido fundamentales para enfrentar este desafío y garantizar la recuperación del entorno afectado.