En España los secretos parecen no tener fin y los sitios misteriosos logran cautivar al mundo. Esta vez, un restaurante en España pasó al otro nivel e implementó un nuevo modo de cocinar sus platos.
Este reconocido sitio en el Parque Nacional de Timanfaya instaló un mecanismo innovador para realizar su comida, que es muy difícil de implementar en otros espacios. Este lugar fue catalogado como uno de los más impresionantes del país y, para llegar a él, sólo basta con viajar a las Islas Canarias.
El restaurante de España que logró revolucionar con su innovador método
El Parque Nacional de Timanfaya es uno de los mejores destinos naturales de España, según National Geographic Viajes, y en él se encuentra El Diablo, este particular restaurante que posee un método innovador de cocina. La comida se calienta con el propio calor de la Tierra con un horno de 600 grados que se nutre de un volcán activo.
El Diablo encaja perfecto en el paisaje inhóspito del parque y el asador está ubicado al aire libre donde se realizan pescados, mariscos y carnes locales directamente sobre el ardor del volcán, alcanzando temperaturas que oscilan entre los 450˚ y 500˚C. Los platos que allí se elaboran son de los más variados y, a pesar de su sofisticado sistema de cocción, el sitio ofrece opciones asequibles para todos los visitantes.
La historia de El Diablo de Timanfaya, una historia escalofriante en España
El Parque Nacional de Timanfaya, lugar donde se erige este particular restaurante, es un sitio de una belleza magnética donde persisten restos de actividad volcánica, por lo que sus paisajes son similares a los de la Luna. Pero detrás de este lugar mítico, existe una historia que bien podría explicar el nombre de El Diablo para este restaurante. La leyenda de El Diablo de Timanfaya es una de las más populares del Parque y revela que en septiembre de 1730, día en el que las severas erupciones volcánicas definieron la geografía de este Parque, se estaba celebrando una boda en estos territorios.
La novia que estaba a punto de dar el sí fue aplastada por una roca y su amado intentó salvarla. Sin éxito, el novio corrió por los territorios buscando un refugio y los lugareños lo recordaron levantando una forja de cinco puntas y gritando, junto al cuerpo de su esposa. «Pobre diablo», dijeron los habitantes de Timanfaya. En la actualidad, la imagen de esa forja es una de las más populares y los pobladores dicen que, de la sangre derramada de la joven, empezaron a nacer las plantas que cultivaban sus padres.
