Después de meses de negociaciones tensas, Isabel Perelló se ha convertido en la nueva presidenta del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Es la primera mujer en ponerse al frente del órgano de gobierno del Poder Judicial en nuestro país. Su condición femenina ha sido una de las características que ha destacado el Gobierno para defender lo conveniente de su nombramiento. Sin embargo, otros elementos han sido los que han aupado a Perelló a su nuevo puesto.
Jueza de reconocido prestigio, la catalana tiene una muy buena relación con Margarita Robles. La titular de Defensa ha sido una de sus valedoras en el momento en el que el Ejecutivo de Sánchez barajaba nombres para auparlos a la presidencia del CGPJ.
Perelló obtuvo 16 votos de los 20 vocales del Pleno de la institución. Los cuatro restantes fueron para Ana Ferrer. Los motivos de su éxito fueron diversos y convergen en un mismo punto: el rechazo a la figura de Ferrer.
LA ENEMISTAD ENTRE ROBLES Y FERRER
Fuentes acreditas aseguran a este periódico que «Margarita Robles no quería ni mucho menos tener a Ferrer al frente de una institución semejante». La enemistad entre la ministra y la jueza tiene su origen en los años noventa. Provenientes ambas del mundo jurídico y perteneciendo a la primera generación de mujeres togadas, Robles y Ferrer se vieron enfrentadas en los años noventa por el mediático Caso Roldán.
Margarita Robles era en ese momento Secretaria de Estado de Seguridad, siendo ministro del Interior primero Antoni Asunción y después Juan Alberto Belloch. Ana Ferrer, a su vez, fue la instructora del caso contra el que fuera Director General de la Guardia Civil fugado Luis Roldán. Un escándalo que puso la puntilla final a los años de Felipe González en Moncloa.
Desde el PSOE de entonces, y más en concreto desde Interior, fueron muy críticos con la instrucción de Ana Ferrer.
Muchos ríos de tinta hicieron correr en aquella época los famosos ‘Papeles de Laos‘. Margarita Robles envió un escrito, que se hizo público, al Juez Baltasar Garzón asegurando que había tenido una conversación telefónica con Ana Ferrer el 23 de febrero de 1995 donde la informaba que habían recibido unos documentos del Gobierno de Laos pero que no podían garantizar su autenticidad y que no era necesario solicitar una extradición. El Ejecutivo de Felipe González estaba negociando una entrega administrativa. El 28 de febrero de 1995 Roldán, tras meses fugado, volvía a España. Ferrer desveló a la prensa que los famosos papeles fueron entregados mucho más tarde lo asegurado por Robles. Un hecho que la entonces Secretaria de Estado, reconoció.
Han pasado tres décadas de ese escándalo que algunos ya ni recuerdan, pero Margarita Robles no ha olvidado sus resquemores contra Ana Ferrer. Por eso no dudó en favorecer a Perelló a pesar de que también Ferrer tiene un perfil progresista. No dudó en hacer pinza con el conservador José Antonio Montero, para frenar el posible acceso de Ferer a la presidencia. Una ruptura del bloque progresista, dirigida por la ministra Robles.
Tampoco ha favorecido a Ana Ferrer su perfil mediático. «Pertenece a la época de los ‘jueces estrella’ que tanta connivencia tuvieron con la prensa en su momento y ahora el poder judicial está en otra. No le ha hecho un favor tener un nombre tan sonoro en casos que, además, se politizaron mucho», asevera nuestra fuente. Por todo esto, no es de extrañar el éxito de Perelló frente a Ana Ferrer. Pero, ¿Cuál es el perfil de la primera mujer en ponerse al frente del CGPJ?
«PROGRESISTA PERO NO SANCHISTA»
Isabel Perelló Doménech nació en Sabadell en 1958 y emigró a Galicia con sus padres en su infancia. En la Universidad de Santiago se licenció en Derecho y en 1985 ingresó en la carrera judicial. Su primer destino fue el Juzgado de Distrito de Carballo en La Coruña, para pasar rápidamente a ponerse al frente del Juzgado de Primera Instancia de Mahón (Mallorca), donde estuvo hasta 1988. De ahí pasó a la Audiencia Provincial de Barcelona y luego al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
En 1991 se especializó en lo Contencioso-Administrativo cuando llegó al TSJ de Andalucía. Una rama del derecho a la que también pertenece José Antonio Montero. De ahí pasaría a ocupar la Sala de lo Contencioso-Administrativo en la Audiencia Nacional (1993-94) y, desde 2009, en el Tribunal Supremo.
Desde este cargo, Perelló ha destacado por ser contraria al Gobierno en algunas de sus decisiones. Por ejemplo, fue la ponente de la sentencia que anuló las ayudas directas del Gobierno a varias comunidades autónomas. Todo un golpe a la política de distribución de fondos europeos por parte de Pedro Sánchez. También lo fue en la que desestimó el recurso presentado por el PSOE solicitando el recuento del voto nulo en la Comunidad de Madrid en las elecciones generales de julio de 2023.
«Es una mujer ajustada a derecho y aunque tiene una visión progresista no se la puede calificar de ‘sanchista'», afirman las fuentes consultadas. Por todo ellos, Margarita Robles ha apostado por ella, aún generando cierta división en la Ejecutivo. Tal y como ha contado Libertad Digital, la apuesta de Félix Bolaños, apoyada por los ministros más adictos al Jefe del Ejecutivo, no era Perelló e incluso la quiso eliminar de la lista de ‘presidenciables’. Finalmente, la apuesta (y los rencores antiguos) de Margarita Robles se han impuesto acrecentando la brecha que separa desde hace mucho tiempo a Bolaños y la titular de Defensa.