La Justicia marca el inicio de un CGPJ renovado

La Justicia española inaugura un nuevo año judicial este jueves con un escenario marcado por la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y la llegada de Isabel Perelló como primera mujer en presidir el Tribunal Supremo (TS). Un panorama que infunde optimismo en la esfera judicial, aunque no sin importantes desafíos en el horizonte como la ley de amnistía o la crisis de vacantes.

Isabel Perelló, cara de la nueva etapa

La apertura del año judicial, presidida por el Rey Felipe VI, tendrá lugar a las 12:00 horas en el Salón de Plenos del Supremo. Un acto solemne donde todas las miradas estarán puestas en la figura de Isabel Perelló, una magistrada desconocida para el gran público hasta su nombramiento como presidenta del CGPJ y del TS.

Su elección, aunque inesperada, ha generado un amplio consenso tanto en el seno del Consejo (entre los bloques progresista y conservador) como en la cúpula judicial. Un respaldo basado en su capacidad de diálogo, independencia y trayectoria profesional.

Miembro de Juezas y Jueces para la Democracia (JJpD) y ponente del auto por el que el Supremo rechazó la revisión de los votos nulos en Madrid tras las elecciones del 23J, Perelló se enfrenta al reto de liderar la justicia española en un contexto marcado por la polarización política.

Los desafíos de la justicia española

Más allá de la renovación en la cúpula, la justicia española encara un año judicial cargado de desafíos:

  • La ley de amnistía: La sombra del procés catalán continúa planeando sobre la justicia española. El Tribunal Supremo, que ya rechazó amnistiar la malversación, espera la respuesta del Tribunal Constitucional (TC) sobre la posible inconstitucionalidad de la ley. Un debate jurídico que se prevé intenso y con un alto voltaje político.
  • Crisis de vacantes: El bloqueo en la renovación del CGPJ ha dejado un reguero de 102 vacantes en la cúpula judicial. Una situación crítica que afecta a la operatividad de la justicia y que debe ser solventada con urgencia para garantizar el buen funcionamiento del sistema.
  • Despolitizar la justicia: Tras años de desencuentros y bloqueos, el nuevo CGPJ debe trabajar para restaurar la imagen de la justicia y alejarla de la arena política. Un objetivo que pasa por el diálogo, la búsqueda de consensos y la defensa de la independencia judicial.