domingo, 20 abril 2025

Las empresas ralentizan la compra de coches eléctricos en Europa y comprometen la transición energética

La transición hacia la electrificación del parque automovilístico es un objetivo clave en la lucha contra el cambio climático y la mejora de la calidad del aire en las ciudades. Sin embargo, los datos revelan que las empresas en Europa están frenando la adopción de vehículos eléctricos, lo que tiene un impacto significativo en el avance de todo el ecosistema de la movilidad sostenible.

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Según los datos, apenas el 12,4% de los coches matriculados en la Unión Europea provienen del canal empresarial, mientras que el 13,8% corresponde a particulares. Esto es preocupante, ya que el 60% de todos los coches nuevos en la UE son adquiridos por empresas. La lenta adopción de vehículos eléctricos en el mercado corporativo se observa principalmente en los principales mercados automotrices, como Alemania, Francia, Italia y España.

Causas de la Baja Adopción de Vehículos Eléctricos en el Mercado Empresarial

Diversas razones explican la disminución de la adopción de vehículos eléctricos en el segmento empresarial. Por un lado, en países como Francia, España e Italia, la demanda de coches eléctricos en el mercado corporativo ha disminuido mientras que el segmento de particulares ha aumentado. Por otro lado, en Alemania, el mercado empresarial sigue rezagado respecto al sector privado, afectado por la eliminación gradual de los incentivos a la compra de vehículos eléctricos.

Bélgica es el único país donde el mercado de vehículos de empresa mantiene el liderazgo sobre las compras de particulares, gracias a los cambios fiscales implementados por el gobierno, que han ido eliminando paulatinamente los beneficios impositivos para las empresas que utilizan automóviles de combustión.

Implicaciones y Posibles Soluciones

Estas tendencias preocupantes podrían afectar el cumplimiento de los objetivos climáticos establecidos por la Comisión Europea. Transport & Environment advierte que se deben tomar medidas para impulsar la demanda de vehículos eléctricos, estableciendo metas específicas para las grandes empresas y manteniendo la eliminación progresiva de los motores de combustión interna para 2035.

Una posible solución sería exigir a las grandes empresas de Europa que a partir de 2030 solo puedan comprar o alquilar vehículos eléctricos de batería, lo que ayudaría a acelerar la transición hacia una movilidad más sostenible y alineada con los objetivos climáticos de la Unión Europea.

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