Felipe VI, actual monarca de España, protagonizó un gesto que marcó un antes y un después en la relación con sus hermanas, las infantas Elena y Cristina. Este hecho tuvo lugar hace más de cuatro años y se convirtió en un momento esencial que cambió para siempre los vínculos entre los reyes y las infantas. Aunque en la boda de Victoria López-Quesada, ahijada del rey, Felipe VI y Cristina aparecieron juntos en un evento público, lo que parecía un acercamiento inesperado ocultaba una historia más complicada de tensiones y distanciamientos.
1Los reyes Felipe VI y Letizia hicieron un desplante a las infantes que quedó marcado para siempre
La relación entre Felipe VI y las infantas, así como con los Gómez-Acebo, comenzó a dañarse hace años. Hubo un tiempo en que los hijos de Pilar de Borbón y los de Juan Carlos I compartían una estrecha relación. Sin embargo, esta unión se fue enfriando, especialmente en el caso de Felipe VI, debido en parte a la tensa relación que mantenía la reina Letizia con la familia de su esposo. Este distanciamiento se vio reflejado en diversos actos públicos y privados, culminando en un momento especialmente delicado: el funeral de la infanta Pilar.
Durante este evento, Felipe VI y la reina Letizia asistieron a la despedida de la tía del monarca, la hermana del rey Juan Carlos. Fue allí donde tuvo lugar el gesto que marcó un punto de no retorno en la relación entre los reyes y las infantas. Según relató Pilar Eyre, Felipe VI y Letizia se negaron a saludar a las infantas Elena y Cristina, dándoles la espalda de manera ostentosa ante el desconcierto de estas últimas. Este gesto fue interpretado como un desaire público que generó gran incomodidad en un momento tan sensible.
La tensión palpable en el ambiente se reflejó en las miradas serias y disimuladas de las infantas, que no pudieron ocultar su desconcierto ante la actitud de Felipe VI y la reina. Este episodio, lejos de ser un hecho aislado, fue un reflejo del deterioro progresivo de las relaciones entre los miembros de la familia real, en particular entre Felipe VI y sus hermanas. La actitud de Letizia, además, fue objeto de críticas adicionales por no seguir los ritos ceremoniales de la iglesia católica durante la misa, lo cual aumentó aún más las tensiones.
