La ciudad de Santander se ha convertido en el centro de una polémica de gran calado en los últimos días. La Asociación Rock contra el Fascismo ha exigido una «respuesta contundente» por parte de las autoridades locales ante la organización del ‘Galerna Fest’, un evento programado para los días 27 y 28 de septiembre. La asociación ha manifestado su «más profundo rechazo y preocupación» ante las declaraciones de la alcaldesa, Gema Igual, quien ha indicado que el Ayuntamiento no puede prohibir el festival si cumple con la normativa, dado que se celebrará en un local privado.
Esta postura de la alcaldesa ha sido cuestionada con firmeza por el colectivo, que ha advertido que el festival contará con la participación de varias bandas y movimientos «conocidos por su vinculación con ideologías de extrema derecha y su apología del fascismo», como RIF (Rock Identitario Francés), NSHC (National Socialist Hardcore), CasaPound y RAC (Rock Against Communism). Según la asociación, estas agrupaciones «no solo propagan discursos de odio, sino que también atraen a individuos de distintos países europeos que comparten y promueven estas corrientes ultraderechistas y neonazis».
La responsabilidad de las autoridades y el respeto a la ley
Ante esta situación, la Asociación Rock contra el Fascismo ha respondido a la alcaldesa, recordándole que «su deber es proteger a la ciudadanía de Santander y asegurar que su ciudad no se convierta en un refugio para la difusión de ideologías que promueven el odio y la violencia». Además, ha señalado que «su papel como representante de esta comunidad no es ser una mera espectadora, sino garantizar que se respeten las leyes y los valores democráticos por los que tanto hemos luchado».
La asociación ha advertido que la Ley de Memoria Democrática «establece sanciones para quienes promuevan o celebren actos que exalten la dictadura franquista o inciten al odio y la violencia», y que el Código Penal español «tipifica como delito la incitación al odio y la apología del genocidio y el fascismo». Así, aseguran que este festival, «con su clara exaltación de ideologías fascistas y la apología del franquismo a través de las letras de las canciones y los discursos de sus participantes, vulnera de forma flagrante esta legislación».
La responsabilidad de las autoridades y el respeto a la memoria histórica
La Asociación Rock contra el Fascismo ha trasladado a la alcaldesa que el hecho de que el evento se celebre en un local privado «no exime a las autoridades de su responsabilidad de garantizar que no se cometan delitos o se vulneren leyes». Además, ha advertido que «su inacción no solo sería un posible incumplimiento de sus obligaciones legales, sino también una afrenta a la dignidad y memoria de las víctimas del fascismo y del franquismo».
En resumen, la polémica en torno al ‘Galerna Fest’ ha puesto de manifiesto la delicada situación a la que se enfrenta el Ayuntamiento de Santander. Por un lado, la alcaldesa ha defendido la celebración del evento al cumplir con la normativa, pero por otro, la Asociación Rock contra el Fascismo ha exigido una «respuesta contundente» por parte de las autoridades para evitar que la ciudad se convierta en un «refugio para la difusión de ideologías que promueven el odio y la violencia». La resolución de este conflicto será fundamental para preservar los valores democráticos y el respeto a la memoria histórica en Santander.
