En un trágico incidente ocurrido en la provincia de Huelva, una joven de 25 años perdió la vida al colisionar el vehículo en el que viajaba contra dos animales sueltos en la carretera. Este evento devastador ha impulsado a la familia a tomar medidas para evitar que se repitan este tipo de accidentes y exigir cambios legislativos que endurezcan las penas por estos hechos.
La investigación judicial está en curso, con el titular de los animales involucrados en el accidente citado a declarar próximamente. Mientras tanto, la familia de la víctima ha creado la Asociación «Fuente Clara Cabrera Mateos» con el objetivo de lograr justicia y proteger a otras personas de sufrir una tragedia similar.
Exigiendo Responsabilidad y Cambios Legales
El padre de la joven fallecida, José Antonio Cabrera, ha emprendido una cruzada para garantizar que su hija «sea la última persona que muera en este tipo de accidentes». Cabrera ha enfatizado la necesidad de que las entidades locales y nacionales cuenten con los mecanismos adecuados para controlar la situación de animales sueltos en las carreteras, evitando que estos «energúmenos» continúen poniendo en riesgo la seguridad de los conductores.
Además, la asociación creada por Cabrera tiene tres pilares fundamentales: luchar para que los propietarios de animales los mantengan debidamente confinados, asesorar jurídicamente a las víctimas de este tipo de accidentes y proporcionar apoyo psicológico. Cabrera ha manifestado su determinación de cumplir la promesa hecha a su hija de «hacer justicia» y no parar hasta que se produzcan los cambios necesarios, incluso si eso le «cueste la vida«.
Transformando el Dolor en Esperanza y Vida
Tras el fatal accidente, la familia de la joven decidió donar sus órganos para que «se fuera regalando vida». Este acto de generosidad ha permitido a Cabrera y sus familiares transformar la ira y la rabia en esperanza y vida, participando en el Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos celebrado en el Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva.
Cabrera ha agradecido «el amor recibido por todas partes» y ha dejado claro que no están «en contra del mundo del caballo» ni de la mayoría de las personas que tienen animales y cumplen con la ley. Sin embargo, sostiene que es necesario acabar con el anacronismo de aquellos «desalmados» que dejan a sus animales sueltos, poniendo en peligro a los conductores.
Con determinación y esperanza, la familia de la joven fallecida continúa su lucha por lograr justicia y cambios legislativos que protejan a otros de sufrir una tragedia similar a la que ellos han experimentado.