La infanta Cristina ha vuelto a estar en el ojo del huracán mediático, esta vez por las acciones de la Casa Real que parecen dirigidas a una maniobra calculada para rescatar su imagen. Recientemente, el rey Felipe apareció junto a su hermana, la infanta Cristina, en la boda de su ahijada, Victoria López-Quesada. Ambos llegaron en un vehículo compartido, mostrando un semblante relajado y accesible.
Aunque este suceso podría parecer un simple evento familiar al que asisten juntos, es más que eso, esta aparición tiene una gran trascendencia. Por un lado, ambos sabían que serían fotografiados, y por otro, fue la propia Casa Real quien distribuyó las imágenes como si se tratara de una celebración oficial de la familia.
1Parece que ha sido la misma Casa Real quien ha intentado rehabilitar la imagen de la infanta Cristina
En los últimos años, los movimientos de Zarzuela han sido desconcertantes respecto a la infanta Cristina. Después de haber sido apartada de la vida pública y familiar debido al escándalo del caso Nóos y su implicación en los problemas legales de su exmarido, Iñaki Urdangarin, los recientes gestos de la Casa Real apuntan a un posible cambio de rumbo. La infanta, que antes había sido despojada de su título de duquesa de Palma por decisión del rey Felipe, parece ahora estar en proceso de recuperación de su posición familiar. Sin embargo, este acercamiento ha generado numerosas preguntas sobre las intenciones ocultas detrás de esta estrategia.
Algunos se preguntan si la infanta Cristina está en camino de volver a la agenda oficial de la Corona, o si se trata simplemente de una estrategia temporal. El riesgo de rehabilitar públicamente su imagen es alto, especialmente considerando el escándalo que envolvió a su familia en el pasado. La opinión pública, por su lado, podría ver este acercamiento con cierto recelo. Sin embargo, tras el divorcio de Urdangarin y la aparente tranquilidad de la infanta, podría ser el momento que la Casa Real ha estado esperando para normalizar su presencia junto a su hermano.