La inteligencia artificial cada vez pisa más fuerte en áreas claves de nuestra vida como es la medicina. Un claro ejemplo de ello, es un dispositivo que se está desarrollando para poder ayudar a terminar con la enfermedad de Parkinson, un trastorno neurodegenerativo crónico que padecen millones de personas en todo el mundo. Este tipo de afecciones ha sido objeto de numerosas investigaciones científicas en busca de tratamientos más eficientes.
En este marco, una reciente investigación a cargo del Dr. Philip Starr, codirector de la Clínica de Trastornos del Movimiento y Neuromodulación de la Universidad de California, brinda resultados realmente prometedores. Se trata de un implante cerebral que, potenciado por inteligencia artificial (IA), ha demostrado disminuir los síntomas del Parkinson en un 50% durante las primeras etapas del ensayo clínico. Un importante avance en medicina.
Cómo funciona este chip cerebral impulsado con inteligencia artificial que revoluciona la medicina
Este implante no es un dispositivo tradicional. Se trata de una tecnología que brinda una atención personalizada y que tiene la capacidad de controlar la actividad cerebral en tiempo real. Su capacidad de identificar cambios que pueden tener inconvenientes de movimiento durante el día y generar insomnio por la noche. Este es uno de sus aspectos más innovadores que ilusiona a la medicina.
Cuando el implante identifica una actividad cerebral poco habitual, interviene de forma precisa a través de pulsos de estimulación cerebral profunda, ajustados con exactitud para reducir los síntomas de la enfermedad. La clave de este implante se apoya en su diseño de circuito cerrado, lo que representa que la estimulación cerebral se adecua de manera continua y automática, ajustándose a las necesidades específicas del paciente en cada momento.
ha demostrado disminuir los síntomas del Parkinson en un 50%.
Cómo se transforman los tratamientos para el Parkinson con la IA
Esto representa un avance muy importante en medicina en comparación con los tratamientos que hoy existen, que suelen brindar una estimulación continúa sin tener en cuenta las fluctuaciones en los síntomas del paciente. Gracias a este sistema de adaptación, pueden llevar a cabo sus actividades del día a día con una mayor calidad de vida y menos intermitencias provocadas por los síntomas del Parkinson.
El estudio liderado por el Dr. Starr no solo supone un importante avance en el tratamiento de los trastornos del movimiento, sino que también marca un precedente en la integración de la inteligencia artificial en la medicina. El especialista afirma que se interesa en mejorar las terapias para los pacientes y hacerla más autorregulada. Este paso refleja el incremento del papel de la IA en el desarrollo de tratamientos médicos más eficientes y personalizados.
