Canarias ha dado un paso significativo en la lucha por la justicia y la memoria al reconocer oficialmente a las víctimas de la desaparición forzada de menores durante la dictadura y los primeros años de la democracia. Este acto, que tuvo lugar el 30 de agosto, representa un hito histórico en la reparación de las heridas del pasado y el compromiso con la construcción de una sociedad más justa e inclusiva.
Este acto no solo se convierte en un momento de reconocimiento para las víctimas y sus familias, sino también en un llamado a la acción para que las futuras generaciones no olviden este oscuro capítulo de la historia de Canarias. Con el reconocimiento de la verdad, se busca sanar las heridas del pasado y evitar que se repitan las violaciones de derechos humanos que se cometieron en aquella época.
Un paso hacia la reparación y el compromiso con la memoria
La ley canaria sobre menores robados (Ley 13/2019, de 25 de abril) establece el 30 de agosto como Día en Memoria de los Menores Robados y sus Familias, dando un paso crucial hacia la reparación del daño causado. Este día, el Gobierno de Canarias, junto a las asociaciones y colectivos que integran la Comisión Canaria por el Derecho a la Identidad y la Comisión de Memoria Histórica, rindió homenaje a las víctimas de desapariciones forzadas.
El acto de reconocimiento se celebró con un manifiesto en el que se reconoció el robo de menores como una vulneración de un derecho humano fundamental: el derecho a conocer la propia filiación y la identidad. Este derecho, ligado a la dignidad y al libre desarrollo de la personalidad, fue negado a los menores robados, dejando una profunda huella en sus vidas y en las de sus familias.
El reconocimiento del daño causado y el compromiso con la reparación son elementos fundamentales para avanzar hacia una sociedad más justa. La memoria es clave para prevenir la repetición de estos actos, para garantizar que los derechos de todos los ciudadanos sean respetados y protegidos.
La importancia de la participación ciudadana en la construcción de la memoria
El acto de reconocimiento contó con la participación de miembros del Colectivo Sin Identidad, quienes destacaron la importancia de la fecha, pues representa el compromiso de poner fin a una de las etapas más oscuras de la historia reciente de Canarias.
La participación ciudadana es fundamental en la construcción de una memoria colectiva. Las asociaciones y colectivos que representan a las víctimas, como el Colectivo Sin Identidad, jugarán un papel fundamental en la búsqueda de la verdad, la justicia y la reparación. Su participación en este proceso es un testimonio del compromiso con la memoria y la lucha por los derechos humanos.
La escultura ‘Los vacíos’ que fue entregada a la consejera Nieves Lady Barreto, simboliza la visibilidad, el consuelo y el reconocimiento que necesitan las víctimas de las desapariciones forzadas. Esta obra de arte se convierte en un símbolo de la lucha por la memoria, por la búsqueda de la verdad y por la reparación del daño causado a las víctimas y sus familias.