Aprende a hacer Pavlova, un postre muy conocido de Nueva Zelanda

El pavlova es un postre clásico y elegante, conocido por su textura ligera y crujiente. Esta delicia de origen neozelandés se ha convertido en un favorito en todo el mundo, principalmente por su combinación de merengue, frutas frescas y crema. La Pavlova se distingue por su base crujiente y su interior suave, creando una experiencia de sabor y textura incomparable. El secreto para lograr una Pavlova perfecta radica en dominar el merengue y en la elección de los ingredientes adecuados.

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Paso a paso para preparar este exquisito postre neozelandés

Para preparar una Pavlova, debes empezar batiendo claras de huevo con un poco de vinagre y sal hasta obtener picos suaves. Luego, se incorpora azúcar poco a poco, continuando con el batido hasta lograr picos firmes y brillantes. Se agregan unas gotas de esencia de vainilla y maicena, lo que ayuda a darle esa textura característica. El merengue se hornea a baja temperatura durante un tiempo prolongado para que se seque lentamente, resultando en una base crujiente con un centro suave y esponjoso.

Una vez que el merengue está listo, debe dejarse enfriar completamente, para después proceder a decorarlo. La Pavlova se adorna generosamente con una capa de crema batida, que debe ser ligera y esponjosa. Sobre la crema, se colocan frutas frescas como fresas, kiwis, y maracuyá, que aportan un contraste refrescante y ácido que balancea la dulzura del merengue. También se pueden agregar frutas de temporada o cualquier otra que prefieras, siempre buscando una combinación de sabores y colores que resalten en el postre.