Clavijo lamenta el «cruce de declaraciones» entre PSOE y PP sobre migración y apela al «sentido común»

La crisis migratoria que afecta a las Islas Canarias es un problema complejo que exige una respuesta urgente y consensuada. Las recientes declaraciones cruzadas entre los líderes del PSOE y el PP, en vez de contribuir a una solución, han alimentado la polémica y el discurso del odio. Es fundamental recordar que esta situación no es un problema político ni territorial, sino un drama humanitario que exige sensibilidad y una actitud civilizada por parte de todos.

La población canaria se encuentra en primera línea de esta crisis, soportando la presión migratoria con pocos recursos y una sensación de abandono por parte del Estado y la Unión Europea. Para encontrar una solución real y sostenible, es necesario abandonar las disputas partidistas y apostar por el diálogo y el sentido común.

Un pacto de Estado para abordar la crisis migratoria

El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, ha hecho un llamamiento a la calma y al diálogo, instando a los líderes políticos a sentarse en una mesa para buscar un acuerdo de país. Es fundamental comprender que esta crisis no se resolverá con acciones esporádicas o declaraciones de intenciones.

Se necesita una política migratoria sólida y un pacto de Estado que aborde el problema de manera integral y a largo plazo. La visita del presidente Pedro Sánchez a África es un paso positivo, pero debe ir acompañada de proyectos concretos que fomenten el desarrollo y las oportunidades en los países de origen.

Proyectos como el programa ‘En Tierra’ de la Dirección General de Asuntos con África del Gobierno de Canarias, que desarrolla acciones de formación en Senegal, demuestran que la cooperación y el apoyo al desarrollo son claves para prevenir la migración irregular.

La reforma de la ley de extranjería: una necesidad urgente

Es crucial que se avance en la reforma de la ley de extranjería para ofrecer una respuesta más humanitaria y eficaz a la crisis migratoria. La situación actual genera desasosiego en la población canaria y es inadmisible que se siga muriendo en el mar o que los menores migrantes se conviertan en víctimas de la trata y el tráfico.

La ley de extranjería debe reflejar los valores de solidaridad y protección de los derechos humanos, y no convertirse en un instrumento de control y represión. Es necesario garantizar la seguridad y el bienestar de las personas migrantes, pero también el de la población local.

Fernando Clavijo ha mostrado su confianza en que se alcancen soluciones a corto plazo, y ha reafirmado su compromiso con el pacto migratorio en las islas, que busca una respuesta conjunta y coordinada al problema.

La crisis migratoria es un desafío global que requiere la colaboración de todos. Es fundamental abandonar el discurso del odio y apostar por la cooperación, el diálogo y las soluciones basadas en la justicia social y la protección de los derechos humanos.