La viruela del mono se ha convertido en una de las preocupaciones de salud pública más importantes a escala internacional debido a los recientes brotes que se han registrado en diversos países. Si hay algo que es indispensable entender para tomar medidas preventivas adecuadas, es la forma en la que se transmite este virus y los especialistas han destacado tres principales vías.
Los expertos han destacado que este virus que genera preocupación mundial tiene tres formas de contagio: el contacto directo con las lesiones, contacto con objetos contaminados y la transmisión materno fetal. Cada una de estas formas de transmisión requiere de cuidados específicos, por eso aquí te diremos algunas recomendaciones que puedes seguir para prevenir esta enfermedad.
¿Cómo evitar la viruela del mono?
En primer lugar, debemos conocer a detalle cómo se da el contagio de la viruela del mono. Cuando nos referimos al contacto directo con las lesiones, esto puede generarse a través de la transmisión piel a piel, lo que significa que puede haber un contagio al tocar las lesiones de una personas con el virus. Además, la transmisión también puede ocurrir a través del contacto con los fluidos corporales infectados, esto significa que se puede contraer el virus a través de la saliva, sangre o el líquido que las lesiones expulsan.
En el caso de los objetivos contaminados, esto ocurre debido a que el virus puede sobrevivir en superficies con fluidos infectados como la ropa, sábanas o utensilios. Igualmente, las gotículas respiratorias también pueden resultar una vía de contagio. La vía menos frecuente es a través de las madres a sus hijos y esto puede ocurrir durante el embarazo, en el parto o en la lactancia, de modo que las madres deben tener especial precaución.
Las medidas preventivas frente a la viruela del mono
Para prevenir la viruela del mono es muy importante evitar el contacto cercano con personas que presenten síntomas compatibles con la enfermedad. También es indispensable practicar una buena higiene en la que se incluya el lavado frecuente de las manos, especialmente después de tocar superficies potencialmente contaminadas. Los expertos recomiendan utilizar preservativos durante las relaciones sexuales. Además, en algunos casos se puede administrar una vacuna para prevenir la enfermedad.
Entre los síntomas principales de este virus están la fiebre, dolor intenso de cabeza, ganglios linfáticos inflamados, dolor muscular, dolor de espalda, escalofríos, agotamiento y erupción cutánea que suele comenzar como manchas planas que evolucionan a pápulas, vesículas, pústulas y, finalmente, costras.