El reciente flujo masivo de migrantes que han llegado a nado a Ceuta en los últimos días ha puesto a prueba una vez más la delicada situación fronteriza entre España y Marruecos. Mientras que las autoridades gubernamentales españolas niegan que este fenómeno esté siendo fomentado desde el otro lado de la frontera, el presidente de la ciudad autónoma reconoce que los recursos disponibles se han visto desbordados por la magnitud del desafío.
En esta coyuntura, el Gobierno español insiste en la buena colaboración con Marruecos en materia de lucha contra la inmigración irregular, resaltando el buen clima existente en las relaciones bilaterales desde que España apoyó el plan de autonomía marroquí para el Sáhara en marzo de 2022. Sin embargo, el presidente de Ceuta subraya la necesidad de adoptar medidas diplomáticas estructurales que ayuden a ambos países a gestionar de manera más eficaz esta presión migratoria.
LA LLEGADA MASIVA DE MIGRANTES A CEUTA
La ciudad autónoma de Ceuta ha experimentado en los últimos días una afluencia masiva de migrantes que han llegado a nado, en una situación que ha recordado el caos vivido durante la avalancha migratoria de mayo de 2021, cuando más de 8.000 personas entraron de forma irregular alentadas, según se afirma, por las autoridades marroquíes.
Fuentes gubernamentales han negado que ahora esté ocurriendo lo mismo, y han destacado la buena colaboración en materia de lucha contra la inmigración y el buen clima que existe con Marruecos en esta nueva etapa. Sin embargo, el presidente de Ceuta ha reconocido que la ciudad autónoma ha agotado el presupuesto de todo el año para la atención de los menores no acompañados, cuyo número se ha incrementado considerablemente en los últimos días.
Según los datos proporcionados, la media de intentos de entrada se sitúa en torno a las 500 personas al día procedentes de Marruecos y Argelia, y solo este pasado domingo lo intentaron 1.500 personas. Por su parte, la media de devoluciones oscila entre las 150 y las 200 personas al día, en virtud del convenio que permite a las autoridades españolas trasladar de regreso a su país a los varones marroquíes que llegan de forma irregular.
LA RELACIÓN ENTRE ESPAÑA Y MARRUECOS
La crisis migratoria en Ceuta ha puesto de relieve la delicada situación fronteriza entre España y Marruecos, y la necesidad de una colaboración eficaz entre ambos países para hacer frente a este desafío.
Mientras que el Gobierno español insiste en la buena colaboración con Marruecos en materia de lucha contra la inmigración irregular, el presidente de Ceuta ha señalado la necesidad de adoptar medidas diplomáticas estructurales que ayuden a ambos países a gestionar de manera más eficaz esta presión migratoria.
Esta situación se produce en un momento en el que las relaciones entre España y Marruecos se han fortalecido desde que el Gobierno español apoyó el plan de autonomía marroquí para el Sáhara en marzo de 2022. Sin embargo, la crisis migratoria en Ceuta evidencia que aún existen retos por resolver en la gestión conjunta de la frontera y la atención a los flujos migratorios.
En este contexto, la cooperación y el diálogo entre España y Marruecos serán fundamentales para encontrar soluciones duraderas y evitar que situaciones como la vivida en Ceuta se repitan en el futuro.