Si quieres acabar con la flacidez, debes saber que existe un secreto de las abuelas y contiene un alto contenido de colágeno: la gelatina de pata de pollo. Este es un alimento que destaca por su sabor, pero se ha utilizado ancestralmente para mejorar la salud y proporcionar más fuerza en las articulaciones, además brindar más elasticidad en la piel.
Durante los últimos años, la gelatina de pollo se ha convertido en una tendencia mundial y es que muchos han divulgado los diversos beneficios que este alimento puede proporcionar. De hecho, cada vez son más los especialistas que lo recomiendan para mejorar la salud de adultos mayores, niños y deportistas, ya que son quienes requieren una mayor producción de colágeno.
Por qué la gelatina de pata de pollo es tan beneficiosa
La gelatina de pata de pollo es una fuente natural de colágeno, que es la proteína que forma parte de los tejidos conectivos de nuestro cuerpo, la piel, los huesos y los cartílagos. Esta proteína ayuda a mantener la piel hidratada y elástica, de tal manera que es capaz de prevenir la aparición de arrugas y líneas de expresión. Además, este compuesto natural del organismo juega un papel fundamental en la reparación de tejidos dañados, por lo que puede ayudar a reducir la apariencia de cicatrices y estrías.
Aunque en la actualidad existen muchos suplementos que prometen brindar una buena cantidad de colágeno, no todos son de excelente calidad y muchos no están fabricados adecuadamente para su correcta absorción, por eso muchos especialistas recomiendan optar por este tipo de recetas naturales que potencian la presencia de colágeno dentro del organismo de una forma segura y garantizada que brinda resultados positivos en poco tiempo.
¿Cómo preparar la gelatina de patas de pollo?
La preparación de la gelatina de patas de pollo es muy sencilla y solo es necesario seguir unos pasos. Primero, necesitarás ingredientes como agua, patas de pollo, hojas de laurel, vinagre de manzana y las especias de tu preferencia. Para preparar la receta debes lavar muy bien las patas de pollo y colocarlas en una olla grande con suficiente agua. Luego, agrega las hojas de laurel, el vinagre de manzana y las especias para darle sabor.
Lleva la olla a fuego medio y deja hervir durante varias horas hasta que el líquido se reduzca y tenga una consistencia gelatinosa. Cuela el líquido para eliminar los huesos y especias. Finalmente, vierte el líquido en moldes y refrigera hasta que cuaje por completo. De esta forma, todo el colágeno de la gelatina estará listo y podrás comerlo.
