La industria automovilística de Alemania ha experimentado una caída en sus beneficios antes de impuestos durante el primer semestre del año, en línea con la debilidad general del sector a nivel internacional, según un estudio realizado por la consultora EY.
El informe, revisado por la agencia alemana DPA, muestra que los tres principales fabricantes alemanes –Volkswagen, BMW y Mercedes-Benz– obtuvieron un beneficio operativo (EBIT) de 25.900 millones de euros de enero a junio, lo que representa una disminución del 18% en comparación con el mismo período del año anterior.
Rentabilidad presionada en el primer semestre
Según el estudio de EY, la rentabilidad de los grupos automovilísticos se vio presionada en el primer semestre. El margen EBIT medio cayó un punto porcentual, situándose en el 8%. Kia, el fabricante surcoreano, fue el más rentable con un 13,1%, seguido de las alemanas Mercedes (10,9%) y BMW (10,8%), que vieron caer sus márgenes en comparación con el año anterior.
El observador de mercados de EY, Constantin Gall, señala que no hay indicios de una rápida mejora, ya que la economía se está debilitando y la disposición de los clientes a comprar es baja. Además, el experto agrega que a ello se suma el incierto futuro del motor de combustión y problemas de origen interno, como los costosos fallos de software.
Fabricantes enfrentan difíciles decisiones de inversión
Según el experto, los fabricantes se enfrentan ahora a difíciles decisiones de inversión en esta situación mixta. «¿Deben seguir invirtiendo sumas considerables en el desarrollo de nuevos vehículos eléctricos o concentrarse en los modelos con motor de combustión, que actualmente tienen mucha más demanda?», se ha preguntado.
A pesar de la disminución en los beneficios, el estudio revela que la facturación de todos los grupos empresariales aumentó un 3,7%, superando ligeramente el billón de euros en el primer semestre del año. Sin embargo, los beneficios antes de intereses e impuestos (EBIT) fueron un 7,8% inferiores a los del año anterior.
Los fabricantes de automóviles de Japón fueron los que obtuvieron mejores resultados, con un aumento de los beneficios de alrededor del 37,1% y un crecimiento de la facturación del 14,2%. Esto se debió, según el informe, a la continua caída del valor del yen, que abarata los productos japoneses en el extranjero y genera ganancias por el tipo de cambio.
En resumen, la industria automovilística alemana se enfrenta a una disminución en sus beneficios, lo que plantea retos y decisiones complejas para los fabricantes en cuanto a sus estrategias de inversión y desarrollo de nuevos modelos.
