El ‘striptease’ del PSOE: debe 1,96 M€ a las arcas públicas y disparó su deuda un 77%

El PSOE ha disparado su deuda con la banca un 77% en 2023 respecto a 2022, hasta alcanzar los 27,665 millones de euros, frente a los 15,5 millones registrados a cierre de 2022. Asimismo, los números arrojan una deuda de 1,96 millones a las Administraciones Públicas, según las cuentas publicadas en el Portal de Transparencia y entregadas al Tribunal de Cuentas. Los socialistas de Pedro Sánchez dispararon, además, el gasto hasta los 85,3 millones frente a los 69,2 millones registrados en 2022, un 23,2% más en un año donde hubo elecciones municipales, autonómicas y generales.

El incremento del gasto se centra especialmente en la partida de «servicios exteriores», que generaron un gasto de 56,22 millones a cierre de 2023 frente a los 40 millones de 2022, un aumento del gasto del 40%. Estos gastos son ordinarios y suelen corresponder a contratos con organización de eventos, alquileres y empresas demoscópicas. Teniendo en cuenta la actividad electoral del pasado año, es habitual que suba este tipo de gasto en balance, pero no deja de ser un montante elevado, dada la deuda registrada con la banca.

EL PSOE DISPARA LA DEUDA CON LA BANCA

El PSOE trata de vender una buena gestión, especialmente en la deuda, al reducirse desde los 46,27 millones de 2019 a los 27,66 millones de 2023, pero prácticamente la mitad del montante se debe a los malos resultados electorales. De hecho, el 49% de la deuda con la banca corresponde aún a deuda electoral de 2019, cuyo montante asciende a 13,8 millones de euros. Aquel año supuso el principio del declive socialista, perdiendo feudo tras feudo y solo gobernando en tres autonomías, como Asturias, Navarra y Castilla-La Mancha. En este 2024 se suma Cataluña tras el pacto con ERC y los ‘Comuns’.

Banco Santander, el principal avalista del PSOE
Banco Santander, el principal avalista del PSOE

El PSOE, que presentó en julio su auditoría con tres salvedades, ha realizado su striptease financiero en la deuda. Banco Santander ha sido el principal avalista de los socialistas, mientras que BBVA no aportó un solo euro de cara a las campañas electorales. El grueso de la deuda del PSOE se concentra con hasta dieciséis entidades financieras, con Caixabank y Santander al frente. En este apartado sí aparece BBVA, como Unicaja, Cajamar, Sabadell, Abanca, las cajas rural de Jaén, Teruel, Eurocaja y de Zamora, así como Kutxabank, Caixa Colonya, Cajalmendralejo y CajaSur.

BANCO SANTANDER, EL PRINCIPAL AVALISTA DEL PSOE

Los socialistas abonan elevados tipos de interés en algunas partidas, como el 8,75% que debe abonar por los 16.875 euros pedidos a Unicaja y cuyo vencimiento está fijado el próximo mes de septiembre. Existen otros préstamos con un interés muy bajo, presumiblemente concedidos entre 2020 y 2021.

En el PSOE confían que la deuda electoral se reduzca, pero la realidad es que sube tras las últimas elecciones tras perder peso electoral. De hecho, las cuotas de afiliados y donaciones caen casi un 8%, con 15.349 afiliados menos mientras se ha disparado la caja por la venta de pulseras y demás mercaderías. De hecho, los ingresos de los afiliados caen a los 19,8 millones en 2023 frente a los 21,5 millones de 2022.

Pedro Sánchez prepara su reforma del CGPJ sin consenso con el PP
Pedro Sánchez, líder del PSOE

Cabe destacar que las deudas electorales se suelen amortizar en un año, una vez recibidas las correspondientes subvenciones públicas para cubrir los gastos. No obstante, la trayectoria de los socialistas en los pasados comicios muestran una tendencia preocupante a la hora de abonarlo.

EL PSOE RESTA IMPORTANCIA A LA DEUDA ELECTORAL

Solo en subvenciones públicas, el PSOE percibió un total de 56,1 millones, de los que 44 millones son para gastos de funcionamiento y otros 10,44 millones provienen de las federaciones autonómicas y altos cargos del partido.

En el PSOE miran las cuentas de una forma optimista, demasiado para gustos financieros y contables. De hecho, se retrotraen a 2019 para comparar los números con 2023, un plazo en el que parte de la deuda ordinaria se reduce de los 32,47 millones a los 12,62 millones. «Es una tendencia decreciente por quinto año consecutivo. En este sentido, olvidan la deuda electoral, cuyos intereses en algunos casos llegan a ser del 0%, pero su montante es elevado.

Para los socialistas es un «comportamiento más fluctuante, al pasar de los 13,802 millones a los 15,044 millones. «Estas fluctuaciones se deben a que la deuda electoral se encuentra respaldada por los resultados electorales y su período de amortización es de 1 año o menos, al coincidir con el cobro de las subvenciones electorales correspondientes», apuntan.

«Es importante contextualizar estos datos y evitar extraer conclusiones apresuradas sin considerar la dinámica particular de la deuda electoral», se excusan en el PSOE. «Si bien la deuda total aumenta por el efecto de este componente, la tendencia decreciente de la deuda ordinaria de funcionamiento refleja los esfuerzos de la organización por sanear y fortalecer sus finanzas», afirman. Un juego de palabras que podría perjudicarles en caso de continuar su tendencia a la baja en próximos comicios.