Zarzuela se convierte en el epicentro de un nuevo revuelo con la llegada de un nuevo inquilino que no pasa desapercibido. El Palacio de la Zarzuela, más que un símbolo de la Jefatura del Estado, parece que se convirtió en una residencia familiar donde se entremezclan situaciones poco convencionales.
2Con la ausencia de las hijas del rey en el Palacio, son ahora los hijos de la infanta Cristina quienes ocupan la sede oficial
Esta tendencia a abrir las puertas de Zarzuela a otros miembros que no pertenecen al núcleo directos de la Familia Real parece que se ha consolidado con la llegada progresiva de los hijos de la infanta Cristina. Primero fue Irene Urdangarin, quien, tras decidir tomarse un año sabático, encontró su hogar en el Palacio. Ahora, su hermano Juan sigue sus pasos, dejando claro que Zarzuela es más que un centro de representación institucional.
La situación ha generado tensiones dentro del entorno real, especialmente para Felipe VI, quien ha expresado en más de una ocasión su preocupación por la transformación de Zarzuela en un espacio más parecido a un hotel que a una sede oficial. Con la mayoría de sus hijos fuera, el rey ve cómo la residencia se estaría llenando de jóvenes adultos que, a excepción de Pablo Urdangarin, parecen haber optado por una pausa en sus vidas profesionales para instalarse en la comodidad del Palacio.
