La ciencia se encargó de estudiar a las sardinas y descubrió propiedades desconocidas. La ciencia estableció que este tipo de alimento tiene amplios beneficios para la salud, mediante un estudio en el Hospital Clínic Barcelona en el que salieron a la luz las cualidades de consumir este alimento al menos una vez a la semana.
Las sardinas se encuentran dentro del grupo de pescados azules, que son los que aportan Omega 3 a la dieta, recomendados por nutricionistas en todo el mundo. Este alimento aporta ácido graso saludable y, además se ofrece como una opción asequible, para quienes quieren sumarlo a su dieta.
Una lata de sardinas por semana: los beneficios que descubrió la ciencia
El estudio realizado en el Hospital Clínic Barcelona arrojó resultados sorprendentes, en los que se descubrió que las sardinas podría disminuir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en pacientes propensos. Los análisis se realizaron en personas mayores de 65 años que fueron diagnosticados con prediabetes (niveles de glucemia en ayunas entre 100-124 mg/dl) que consumieron dos latas de sardinas en aceite de oliva por semana y que fueron comparados con otro grupo que siguió con su dieta cotidiana.
Una vez realizado el estudio, la ciencia determinó que las personas que incluyeron a este pescado en sus comidas redujeron considerablemente sus niveles e incluso salieron de su estado prediabético. Esto implica que es el Omega 3 el principal causante de este suceso, que ayuda a mejorar la respuesta a la insulina.
Otros beneficios de la sardinas, según la ciencia
Además de estos beneficios, las sardinas en latas (y frescas también) contribuyen a la reducción del colesterol LDL, lo que garantiza protección al corazón y a la prevención de infartos. Además aportan una buena dosis de Vitamina 12, esencial para el buen desempeño de las funciones neurológicas que también son beneficiosas para el estado de ánimo y la depresión.
Entre las amplias cualidades de las sardinas, la ciencia también distingue el aporte de taurina, una aminoácido que aporta energía a las células. Además, este animal es rico en yodo, un mineral que también mejora los niveles de energía y aporta calcio, lo que ayuda a prevenir enfermedades severas como la osteoporosis. Desde la Universidad de Harvard, también se descubrió que este pescado ofrece vitamina D lo que permite fijar el calcio a los huesos. Un complemento ideal para la dieta que puede empezar a ser parte del plan semanal de nutrición.