El Observatorio de la Intolerancia y la Discriminación contra los Cristianos en Europa (OIDAC Europa) ha alertado sobre un «alarmante aumento» de «la violencia anticristiana en Europa». La directora ejecutiva de OIDAC Europa, Anja Hoffmann, ha advertido que, si bien es importante destacar los «dramáticos ejemplos de persecución» en países de África y Asia, «también debemos prestar mucha atención a lo que está sucediendo en Europa».
En su último informe anual, el grupo de vigilancia con sede en Viena, que monitorea la libertad religiosa en Europa, ha detectado «un alarmante aumento del 44% en los crímenes de odio anticristianos». La mayoría de estos ataques están dirigidos contra iglesias y cementerios, pero lamentablemente también se han registrado ataques violentos contra individuos cristianos.
Impacto de los ataques anticristianos en Europa
Según los datos del Ministerio del Interior francés, se registraron casi 1.000 crímenes de odio anticristianos en 2023 en Francia. Aunque el 90% de estos incidentes estaban dirigidos contra iglesias y cementerios, los servicios estadísticos del Ministerio también documentaron 84 ataques personales con un motivo antirreligioso contra cristianos.
Desde que comenzó el año 2024, OIDAC Europa ha documentado 25 casos de violencia física, amenazas e intentos de asesinato contra cristianos en el Reino Unido, Francia, España, Italia, Alemania, Austria, Polonia y Serbia. En algunos casos, comunidades enteras han sido atacadas, como el ejemplo de una iglesia adventista del séptimo día en Dijon que fue atacada con gases lacrimógenos durante un servicio religioso, lo que provocó «pánico» y dejó nueve personas heridas.
Vulnerabilidad de los cristianos conversos
Anja Hoffmann advierte que «un grupo que es particularmente vulnerable a sufrir violencia son los cristianos conversos de origen musulmán». En mayo, un tribunal británico condenó a un hombre a prisión por intentar asesinar a Javed Nouri, un cristiano converso de origen musulmán, y en abril, un tribunal italiano falló sobre un caso similar que involucraba a un cristiano converso tunecino que fue golpeado por compatriotas.
Hoffmann ha pedido que «los gobiernos europeos deben hacer todo lo posible para proteger, en particular, a los cristianos conversos de origen musulmán que corren un alto riesgo de sufrir violencia», ya que «el derecho a convertirse es un elemento esencial de la libertad religiosa».
