¿Sientes que tienes menos energía después de las vacaciones? Esto puede deberse a un hábito que debes corregir para lograr retomar tu vida tal y como era antes de salir a tus días de descanso. Es común que, después de las vacaciones, exista cierto nivel de deshidratación y esto es producto de los días de sol, playa y actividades al aire libre.
Durante las vacaciones, es muy común descuidar el hábito de tomar agua constantemente, ya que enfocamos nuestra mente en las actividades, el clima cálido e incluso el consumo de bebidas alcohólicas. Sin embargo, esto genera que el cuerpo deje de funcionar de la manera adecuada y las personas experimenten diversos síntomas que afectan la salud y el bienestar.
¿Cómo recuperar el hábito de tomar agua?
Cuando el hábito de tomar agua se presenta, es muy común empezar a experimentar diversos síntomas de deshidratación. Entre estos destacan la sed intensa, orina oscura y de olor fuerte, piel seca y labios agrietados, fatiga, debilidad, confusión y dificultad para concentrarse. Esto puede afectar la salud gravemente, ya que la deshidratación puede generar estreñimiento, otros problemas digestivos, patologias renales e incremento de la presión arterial. Todos estos efectos pueden poner en riesgo la vida.
Ahora bien, es importante establecer un método para recuperar el hábito de tomar agua después de las vacaciones. En primer lugar, puedes vigilar tu ingesta de agua con alguna aplicación móvil o utilizando algún termo para controlar las cantidades diarias. También es recomendable incluir alimentos ricos en agua como la sandía, el pepino y las fresas. Por otra parte, es crucial imitar el consumo de bebidas alcohólicas y con cafeína, debido a que estas pueden deshidratar el cuerpo significativamente.
Siempre debes priorizar el hábito de tomar agua
El hábito de tomar agua siempre debe ser una prioridad, incluso cuando te encuentras de vacaciones. Recuerda que la deshidratación puede generar graves problemas de salud y poner en riesgo la salud. En caso de salir a disfrutar, siempre debes llevar contigo un poco de agua para tomar constantemente, incluyendo momentos en los que no sientes sed, de esta forma estarás protegiendo tu cuerpo.
Es fundamental aprender a escuchar tu cuerpo y si experimentas sensaciones extremas, resulta indispensable acudir a un centro de salud o consultar con un médico para descartar una deshidratación grave o un golpe de calor. Recordemos que el agua es fundamental para el funcionamiento de cada uno de nuestros organismos, de tal manera que la falta de este líquido vital puede causar graves daños.
