La ciudad costera ideal para 2 días y que sigue siendo un destino poco conocido por turistas

Una ciudad costera, con vistas espectaculares y multiplicidad de culturas. Así es la ciudad de Melilla, que es parte geográficamente del continente africano aunque pertenece a España en su totalidad. En este sitio se confluyen las más diversas costumbres religiosas así como la perfecta gastronomía y paisajes de lujo.

Cuando el verano regala los últimos días de calor, este paraíso ofrece los planes perfectos para realizar en dos días, combinando naturaleza, belleza arquitectónica y curiosidades religiosas. Una ciudad poco explorada, que ofrece una variedad de alternativas que nadie debe pasar por alto.

Qué hacer en la ciudad de Melilla, paraíso español en el continente africano

Melilla está situada en el norte de África, a orillas del mar Mediterráneo en la frontera norte con Marruecos. Debido a su ubicación, en ella se reúnen un importante afluente de religiones que también puede ser explorado en el turismo. Por ello, una de las visitas obligadas en este sitio es la Ruta de los Templos, que recorre santuarios de las religiones cristiana, musulmana, hindú y la judía.

Uno de sus puntos fuertes es también su arquitectura. Este lugar es el segundo en España con mayor número de edificios modernistas y “art decó”, por lo que conocerlos es uno de los atractivos más relevantes del sitio. Esto se debe a la influencia de Enrique Nieto, aprendiz de Gaudí que vivió en Melilla desde 1909.

La ciudad multicultural con especialidad en gastronomía

La ciudad multicultural con especialidad en gastronomía

Lo que no puede faltar en una escapada es recorrer los mejores restaurantes. La gastronomía es parte de la cultura de Melilla y en ella los sabores se mezclan, al igual que las religiones. Platos mediterráneos, europeos y africanos son parte del atractivo en el que se puede realizar una jornada de degustación con recetas diversas que incluyen calamares, frituras de pescado o gambas, pinchos morunos de cordero, pastela o pastel de pescado.

Para los amantes del mar, Melilla también cuenta con 4 kilómetros de playas de diversas variedad. Allí se puede disfrutar de las más concurridas cercanas a los edificios o descubrir los rincones naturales más recónditos. La Ensenada de Galápagos, la playa de la Hípica, la playa de los Cárabos y la cala de Trápana son algunas de las más populares y las recomendadas por los sitios de interés turísticos. Los amantes de la naturaleza también tienen lugar aquí por lo que el monte Gurugú es una buena opción para aventurarse y conocer la colonia de monos que lo habita.