El Ayuntamiento de Madrid y el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática se encuentran en una delicada situación ante el posible descubrimiento de una fosa común en la zona de Montecarmelo. Ambas instituciones han adoptado una postura de transparencia y diálogo para abordar este complejo escenario, buscando encontrar una solución que respete la memoria histórica y permita avanzar con el proyecto de desarrollo en la zona.
Estudios y Evidencias en Montecarmelo
Los estudios realizados por el Ayuntamiento han determinado que debajo de la ubicación prevista para el futuro cantón de Montecarmelo no hay evidencia ni anomalía que indique la presencia de una fosa común. Sin embargo, fuera de esa zona, se ha detectado una «anomalía» que podría sugerir la existencia de una fosa. Ante esta situación, el Ayuntamiento ha otorgado permiso al Ministerio para realizar las excavaciones necesarias y determinar si efectivamente se trata de una fosa.
Transparencia y Colaboración entre Instituciones
El Ayuntamiento ha adoptado una postura de transparencia, brindando al Ministerio toda la información y estudios realizados, y permitiéndole acceder a la totalidad de la parcela para llevar a cabo las investigaciones que considere oportunas. Por su parte, el Ministerio ha iniciado los trabajos de excavación, aunque el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha cuestionado la falta de aviso previo al Ayuntamiento sobre la visita del secretario de Estado de Memoria Democrática a la zona.
Hacia una Solución Consensuada
El Ayuntamiento ha otorgado un permiso de un mes al Ministerio para que realice los estudios necesarios y determine si efectivamente existe una fosa en la zona. Si no se encuentra nada, el Ayuntamiento continuará con el proyecto del Cantón de Montecarmelo, pero si se confirma la presencia de una fosa, se esperará a los resultados de los estudios para tomar una decisión conjunta entre las instituciones.
La transparencia y el diálogo entre el Ayuntamiento y el Ministerio serán clave para encontrar una solución que respete la memoria histórica y permita avanzar con el desarrollo de la zona de Montecarmelo, demostrando así un compromiso con la reconciliación y la preservación del patrimonio cultural de la ciudad.
