Cantabria en alerta: confirmados 8 positivos de enfermedad hemorrágica

La Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) ha vuelto a golpear a la comunidad autónoma de Cantabria en 2024, con la confirmación de ocho casos positivos en cinco explotaciones de los municipios de San Pedro del Romeral, Vega de Pas, Villacarriedo y Selaya. Esta noticia viene a sumarse a los brotes reportados en otras regiones cercanas, evidenciando la persistencia de esta amenaza para la industria ganadera en la zona.

La rápida expansión de la EHE durante el 2023, que afectó a 12 de las 13 comarcas veterinarias de Cantabria y dejó un saldo de 2.292 animales muertos, ha generado una profunda preocupación en el sector. Sin embargo, las autoridades sanitarias se muestran confiadas en que la incidencia de la enfermedad sea «mucho menor» en este 2024, gracias a medidas como la vacunación y la inmunidad natural generada en algunos animales.

CONFIRMADOS LOS PRIMEROS CASOS DE EHE EN CANTABRIA

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha confirmado los ocho casos positivos de EHE en Cantabria, tras el análisis de las muestras remitidas al Laboratorio Central de Veterinaria de Algete. Estos casos se han registrado en cinco explotaciones diferentes, distribuidas en los municipios de San Pedro del Romeral, Vega de Pas, Villacarriedo y Selaya.

El protocolo establecido por el Ministerio indica que los primeros positivos deben ser ratificados por el laboratorio de referencia en Madrid, antes de que el Servicio de Laboratorio y Control del Gobierno regional asuma la confirmación de los futuros casos. Esta medida busca garantizar la precisión y fiabilidad de los diagnósticos.

Cabe destacar que Cantabria se suma así al grupo de comunidades autónomas que han reportado casos de EHE en lo que va del año, incluyendo a Burgos, La Rioja, Lugo, Zamora, León y Salamanca. Esta situación generalizada en las regiones vecinas hacía prever que, tarde o temprano, la enfermedad llegaría también a Cantabria, tal como lo ha manifestado el consejero de Ganadería, Pablo Palencia.

MEDIDAS PARA CONTENER LA ENFERMEDAD

Ante esta situación, las autoridades sanitarias han recomendado a los ganaderos mantener estrictas medidas de bioseguridad, continuar con la vacunación y aplicar procedimientos de desinfección y desinsectación en los vehículos de transporte. Asimismo, han instado a los productores a estar atentos a cualquier síntoma clínico en sus animales y a notificarlo de inmediato a su veterinario de explotación, ya que el tratamiento temprano es clave para la recuperación de los ejemplares afectados.

El titular del área de Ganadería, Pablo Palencia, ha expresado su confianza en que la incidencia de la EHE sea mucho menor este año, gracias a la inmunidad natural que algunos animales han desarrollado tras haber pasado la enfermedad en 2023, así como a la vacunación contra la lengua azul, que brinda cierta inmunidad cruzada.

Para mantener informado al sector, la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación ha anunciado la habilitación de un parte de seguimiento semanal de los casos confirmados, que será compartido con los medios de comunicación, las organizaciones de productores, las organizaciones profesionales agrarias y el Colegio de Veterinarios. Esta medida busca garantizar la transparencia y facilitar el seguimiento de la evolución de la enfermedad.

DESAFÍOS Y ESPERANZAS PARA EL SECTOR GANADERO

La recurrencia de los brotes de EHE en Cantabria representa un desafío persistente para el sector ganadero de la región. Las importantes pérdidas económicas generadas durante el 2023 han dejado una profunda huella en la industria, y los productores se enfrentan a la incertidumbre de cómo se desarrollará la situación en el presente año.

Sin embargo, las autoridades sanitarias mantienen un tono optimista, confiando en que las medidas de prevención y el fortalecimiento de la inmunidad en el rebaño logren mitigar el impacto de la enfermedad. La vigilancia constante, la colaboración entre el Gobierno y los ganaderos, y la adaptación a las nuevas realidades serán clave para hacer frente a este desafío y salvaguardar la sostenibilidad del sector ganadero cántabro.