Cada 25 de agosto, el pequeño pueblo de Atapuerca, ubicado en la provincia de Burgos, revive uno de los episodios más destacados de la historia medieval española. Durante casi tres décadas, la Representación Histórica de la Batalla de Atapuerca ha cautivado a miles de espectadores, transportándolos a la épica confrontación entre los reyes Fernando I de León y García III de Navarra.
Este evento, declarado Fiesta de Interés Turístico de Castilla y León, se ha convertido en un referente cultural de la región, gracias al riguroso enfoque histórico, la interpretación de los actores y la cuidada puesta en escena. Más de 200 participantes, provenientes del pueblo y de otras localidades, se unen cada año para recrear con precisión los detalles de esta trascendental batalla que marcó el nacimiento del Reino de Castilla.
UNA BATALLA QUE DEFINIÓ EL FUTURO DE ESPAÑA
El 11 de septiembre de 1054, las fuerzas de los hermanos Fernando I y García III se enfrentaron en las laderas de Atapuerca. En medio de una lucha por los territorios y motivada por los celos, el rey García encontró la muerte a manos de uno de sus propios caballeros, Sancho Fortún, a quien había ofendido con su mujer.
Este hecho marcaría el inicio del Reino de Castilla, ya que los pamploneses, liderados por el joven Sancho de Peñalén, proclamaron a su nuevo rey en el mismo campo de batalla. La representación teatral recrea con precisión los detalles de este crucial episodio, que definió el rumbo de la historia española.
Cada año, los espectadores son testigos de la batalla fratricida entre los dos hermanos, presenciando la trágica muerte del rey García. Esta escena, cargada de emoción y tensión, constituye el clímax de la representación, dejando huella en la memoria de quienes la presencian.
UNA TRADICIÓN QUE CAUTIVA A MILES DE VISITANTES
La Representación Histórica de la Batalla de Atapuerca se ha consolidado como uno de los eventos más destacados del calendario cultural de Castilla y León. Desde su primera edición en 1996, los actores y organizadores han trabajado incansablemente para perfeccionar cada aspecto de la puesta en escena.
La vestimenta, la interpretación y la ambientación han sido objeto de un cuidadoso desarrollo, logrando una experiencia inmersiva para los asistentes. Más allá de la representación teatral, el evento también ofrece un mercado medieval y un concierto de música folk que complementan la experiencia.
Cada año, miles de espectadores se dan cita en Atapuerca para ser testigos de esta evocadora reconstrucción histórica. La pasión y el compromiso de los participantes, aunados al rigor y la calidad de la producción, han logrado que la Representación de la Batalla de Atapuerca se convierta en un punto de referencia dentro del panorama cultural de la región.
