Covite contabiliza 71 actos de apoyo a ETA en las fiestas de verano en Euskadi y Navarra

Las fiestas populares, tradicionalmente espacios de alegría y celebración, se ven empañadas en el País Vasco y Navarra por una preocupante realidad: la normalización del apoyo a la banda terrorista ETA. Manifestaciones de esta índole, que van desde pancartas hasta conciertos, se han convertido en un elemento recurrente en las festividades, generando una gran controversia y preocupación entre las víctimas del terrorismo y diversos sectores de la sociedad.

Este fenómeno, lejos de ser anecdótico, se ha extendido a lo largo de 71 actos durante el presente verano. Esta situación es especialmente preocupante no solo por la trivialización del dolor de las víctimas, sino también por el riesgo que representa para las nuevas generaciones, quienes expuestas a este tipo de mensajes, pueden llegar a normalizar e incluso idealizar la violencia terrorista.

La Izquierda Abertzale: Protagonista de la Apología al Terrorismo en las Fiestas

La responsabilidad de esta exaltación pública de ETA recae principalmente sobre la izquierda abertzale. Partidos como EH Bildu y Sortu, junto a asociaciones afines, han sido señalados como los principales promotores de estos actos. Su estrategia, denuncian las asociaciones de víctimas, se basa en la apropiación indebida de los espacios festivos para difundir mensajes de apoyo a los terroristas y sus acciones, presentándolos como «presos políticos» e incluso como héroes.

Resulta especialmente grave que, en algunos casos, sean las propias instituciones públicas, en concreto ayuntamientos gobernados por EH Bildu, quienes impulsan la inclusión de homenajes a ETA dentro de los programas oficiales de las fiestas. Este hecho, lejos de ser una muestra de neutralidad, evidencia una clara connivencia con el discurso de justificación del terrorismo, lo cual resulta inadmisible en una sociedad democrática.

La Necesidad de una Respuesta Contundente: Sociedad Civil e Instituciones Unidas Contra la Banalización del Terrorismo

La normalización del apoyo a ETA en las fiestas populares exige una respuesta contundente por parte de la sociedad civil y las instituciones. La pasividad y la indiferencia, como se ha visto en los últimos años, no hacen más que perpetuar este tipo de actos que socavan la memoria de las víctimas y ponen en riesgo la convivencia pacífica. Es necesario un compromiso firme para garantizar que los espacios festivos sean lugares de encuentro y celebración, libres de cualquier tipo de apología al terrorismo.

Las víctimas del terrorismo, quienes han sufrido en primera persona las consecuencias de la violencia, exigen respeto a su memoria y una condena inequívoca de los actos que enaltecen a sus verdugos. Es fundamental que la sociedad en su conjunto se sume a esta demanda y se posicione de forma clara y contundente en contra de cualquier forma de justificación del terrorismo. Solo así se podrá construir una sociedad que valore la paz y la convivencia por encima de cualquier ideología.