Agua turquesa, arena y paz son algunas de las características que los españoles buscan en esta temporada de calor excesivo y vacaciones. Acceder a un mar de color turquesa y quedar contemplando la naturaleza sin bullicio es todo lo que los españoles pretenden y, en temporada alta, es difícil de conseguir.
Para ello, en España existen algunos tesoros que aún no se masificaron y que pueden regalar esta paz que tanto necesitan los veraneantes. Playas casi desérticas sin ruidosos extranjeros y bañistas es una utopía posible dentro del vasto territorio ibérico. Para ello, existe un paraíso poco explorado que, los que quieran huir de la ciudad, deberán viajar a Asturias para conocer.
El paraíso de agua turquesa poco conocido en España
En la inmensidad del territorio español se esconde la playa Gulpiyuri, que se ubica en la localidad de Llanes y fue declarada Monumento Natural el 26 de diciembre de 2001. La particularidad de este sitio es que tiene 40 metros de longitud y el agua que cubre no llega al metro de profundidad, por lo que es considerada una de las playas más pequeñas del mundo.
Este sitio no tiene una salida directa al mar por lo que es considerada como una «playa de interior», que se encuentra a 100 metros del Cantábrico y no cuenta con un canal directo, conformando un fenómeno conocido como desagüe. Al ser una playa de estas características, no tiene un acceso fácil y tampoco cuenta con servicios. Para poder llegar a ella, se debe caminar durante unos diez minutos por un sendero agrícola que está a unos 100 metros de la N-634.
Mar turquesa y arenas blancas: la isla más pequeña de España
En España los tesoros naturales son innumerables y es imposible poder conocerlos todos. Después del rincón en la playa Gulpiyuri, existe otro enclave también considerado una de las islas más pequeñas del país. Se trata de la isla Nueva Tabarca (antes conocida como San Pedro), perteneciente a la Comunidad Valenciana. Es considerado el paraíso más diminuto de la nación porque su superficie es de 1.800 metros de largo por 400 de ancho.
En este paraíso de mar turquesa viven 100 habitantes y se puede llegar a ella a través de barcos taxi y catamaranes que salen desde Alicante y desde el puerto Santa Pola, que está justo enfrente de la isla, a sólo 8 kilómetros. Uno de sus puntos de interés son las actividades de buceo y snorkel debido a que allí se esconde una importante Reserva Natural Marítima donde se pueden descubrir erizos, langostas, esponjas de mar y cigarras de mar.
