jueves, 21 noviembre 2024

Cataluña, el País Vasco y Galicia lideran el ranking de menor práctica religiosa en España

La sociedad española está experimentando una transformación significativa en cuanto a sus creencias y prácticas religiosas. Un reciente estudio basado en los barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) revela un panorama que refleja una creciente secularización en el país. Este análisis, que abarca el período comprendido entre septiembre de 2023 y julio de 2024, ofrece una visión detallada de cómo los españoles se relacionan con la religión en la actualidad.

Los resultados son contundentes: cuatro de cada cinco españoles, lo que representa un 80,4% de la población, no practican ninguna religión. Este dato es especialmente llamativo en un país con una larga tradición católica y pone de manifiesto un cambio profundo en la sociedad española. El estudio desglosa esta cifra en diferentes categorías, incluyendo católicos no practicantes, ateos, agnósticos e indiferentes, lo que permite comprender mejor la diversidad de posturas frente a la religión en la España contemporánea.

Distribución geográfica de la práctica religiosa en España

El estudio revela interesantes diferencias regionales en cuanto a la práctica religiosa en España. Cataluña se posiciona como la comunidad autónoma menos religiosa, con un 86,9% de personas que declaran no practicar ninguna religión. Le siguen de cerca el País Vasco y Galicia, con un 84,9% y un 83,7% de no practicantes respectivamente. Estos datos sugieren que las regiones con fuertes identidades culturales propias tienden a mostrar una menor adhesión a las prácticas religiosas tradicionales.

En contraste, las ciudades autónomas de Melilla y Ceuta, junto con Extremadura, se revelan como los territorios más religiosos de España. Melilla, con un 37% de practicantes, encabeza esta lista, seguida por Ceuta con un 29,5% y Extremadura con un 26,1%. Es interesante notar que en Melilla y Ceuta, una proporción significativa de los practicantes religiosos pertenecen a confesiones distintas al catolicismo, reflejando la diversidad cultural y religiosa de estas enclaves.

Estas diferencias geográficas pueden explicarse por diversos factores, incluyendo la historia, la composición demográfica y las tradiciones culturales específicas de cada región. En el caso de Melilla y Ceuta, su ubicación geográfica y su historia como puentes entre culturas juegan un papel crucial en su mayor diversidad religiosa y en la mayor prevalencia de prácticas religiosas activas.

Tendencias generacionales en la práctica religiosa

El análisis revela una clara tendencia generacional en cuanto a la práctica religiosa en España. Los jóvenes españoles se muestran significativamente menos religiosos que las generaciones anteriores. Solo el 13,6% de los jóvenes entre 18 y 29 años y el 12,9% de aquellos entre 30 y 39 años practican activamente una religión. Esta cifra contrasta notablemente con el 37,7% de practicantes entre las personas mayores de 70 años.

Esta brecha generacional se hace aún más evidente cuando se analiza el crecimiento del ateísmo en las últimas décadas. Mientras que solo el 8% de los mayores de 70 años se considera ateo, este porcentaje se dispara al 25,6% entre los jóvenes de 18 a 29 años. Este dato sugiere que el ateísmo se ha triplicado en las generaciones más jóvenes, indicando un cambio radical en la percepción y la relación con la religión en la sociedad española.

Además de la disminución en la práctica religiosa, se observa también un cambio en la forma en que los jóvenes creyentes viven su fe. Los datos muestran que los jóvenes practicantes y creyentes asisten con menor frecuencia a los ritos religiosos en comparación con las generaciones mayores. Mientras que el 65,8% de los mayores de 70 años que se consideran practicantes asisten regularmente a servicios religiosos, solo el 36,7% de los jóvenes practicantes de 18 a 29 años mantienen esta práctica.

Factores demográficos y sociales en la práctica religiosa

El estudio también arroja luz sobre cómo otros factores demográficos y sociales influyen en la práctica religiosa en España. Se observa una diferencia notable entre géneros, con las mujeres mostrando una mayor tendencia a la práctica religiosa que los hombres. Concretamente, el 23,2% de las mujeres se declaran practicantes, frente al 16,1% de los hombres. Esta diferencia podría explicarse por factores culturales y sociales que históricamente han vinculado más estrechamente a las mujeres con las prácticas religiosas.

Otro aspecto interesante es la relación entre nacionalidad y religiosidad. El análisis revela que las personas con una nacionalidad distinta a la española tienden a ser más religiosas, con un 29,7% de practicantes, en comparación con el 19,2% entre quienes tienen únicamente la nacionalidad española. Este dato podría reflejar la influencia de las tradiciones culturales y religiosas de los inmigrantes en el panorama religioso español.

El estado civil también parece jugar un papel en la práctica religiosa. Según el estudio, las personas solteras, divorciadas o separadas tienden a ser menos creyentes y practicantes que aquellas que están casadas o viudas. Esta correlación podría estar relacionada con factores como la edad, las tradiciones familiares o el papel que juega la religión en la estructura familiar tradicional.

En conclusión, este análisis proporciona una visión detallada de la secularización en España, revelando una sociedad en transición donde las prácticas y creencias religiosas están experimentando cambios significativos. La disminución general de la práctica religiosa, especialmente entre los jóvenes, junto con las variaciones regionales y demográficas, sugiere una redefinición del papel de la religión en la sociedad española contemporánea. Estos datos no solo reflejan cambios en las creencias individuales, sino que también apuntan a transformaciones más amplias en la cultura y los valores de la sociedad española en su conjunto.