El mundo del fotoperiodismo español se viste de luto al despedir a uno de sus grandes exponentes, Manuel Hernández de León, más conocido como ‘Manolín’. A sus 75 años, este maestro de la imagen nos deja un legado imborrable que ha capturado momentos cruciales de la historia reciente de España. Su nombre quedará grabado con letras de oro en los anales del periodismo gracias a su valentía, profesionalidad y su aguda mirada para inmortalizar instantes que han marcado a toda una generación.
Hernández de León, nacido en el corazón de Madrid en 1949, no solo fue testigo presencial de la historia, sino que la esculpió con la luz y la composición de sus fotografías. Su cámara, siempre a punto, se convirtió en una extensión de sí mismo, permitiéndole capturar la esencia de cada evento, desde la solemnidad de los retratos de la Familia Real hasta la crudeza del intento de Golpe de Estado del 23-F, un día que lo consagraría como un referente del fotoperiodismo.
23-F: La Cámara como Testigo de la Democracia
El nombre de Manuel Hernández de León estará siempre ligado al 23-F. En aquella jornada que puso a prueba la joven democracia española, ‘Manolín’ se encontraba en el Congreso de los Diputados, cámara en mano, listo para documentar lo que sería una de las jornadas más tensas de la historia reciente de España. Con una sangre fría admirable y jugándose la vida en cada disparo, logró capturar imágenes icónicas que trascendieron las páginas de los periódicos para grabarse en la memoria colectiva.
La imagen del teniente coronel Tejero encarando su objetivo o la de su figura alzando la pistola en la tribuna de oradores son solo dos ejemplos de la valentía de Hernández de León. Su astucia y compromiso con la información lo llevaron a esconder los carretes en su ropa interior, burlando la censura y logrando que estas instantáneas vieran la luz, convirtiéndose en un testimonio gráfico de un episodio que marcó un antes y un después en la historia de la democracia española.
Más Allá del 23-F: Un Legado Fotográfico para la Historia
Si bien las fotos del 23-F le otorgaron a Manuel Hernández de León un lugar en la historia del fotoperiodismo, su legado va mucho más allá de aquel día. A lo largo de su dilatada carrera, ‘Manolín’ retrató a diversas personalidades, desde la realeza hasta figuras del mundo de la cultura y la política. Sus instantáneas, siempre cargadas de fuerza expresiva y una sensibilidad única, han ilustrado las páginas de numerosos medios de comunicación, dejando constancia de su maestría en el manejo de la luz y la composición.
Manuel Hernández de León, ‘Manolín’, se ha marchado dejando un vacío irremplazable en el panorama del fotoperiodismo español. Su mirada, crítica y a la vez llena de humanidad, permanecerá como un referente para las nuevas generaciones de reporteros gráficos. Su trabajo, expuesto en numerosas ocasiones, forma parte del patrimonio visual de España, un recordatorio constante del poder de la imagen y la importancia del periodismo valiente y comprometido con la verdad.
