Pasar un rato en la playa es ideal para relajarte y tener un momento agradable, sin embargo si lo que disfrutas es caminar en la arena, existen ciertos peligros que debes conocer. Aunque está actividad es muy común y apreciada por muchas personas, la verdad es que puede representar un peligro para aquellos que tienen problemas de columna.
Si bien muchos aseguran que la playa es excelente para caminar o correr por su superficie suave, esta en realidad es un terreno traicionero. La arena es irregular y blanda, de modo que las personas deben hacer mucho más esfuerzo para mantener el equilibrio y evitar una caída. Además, las posadas son desbalanceadas, por lo que el cuerpo debe adoptar posturas inusuales.
¿Por qué debemos evitar caminar en la playa?

Al caminar en un terreno tan irregular como ofrece la playa, el riesgo de padecer una lesión incrementa. En primer lugar, al necesitar más esfuerzo el desgaste muscular es mayor. Esto se debe a que los músculos de las piernas y los pies trabajan más de lo habitual para estabilizar al cuerpo y esto puede llevar a una fatiga y dolor. Además, la inestabilidad del terreno incrementa las posibilidades de sufrir, esguinces torceduras o caídas que podrían afectar a los tobillos, rodillas o cadera.
Por otra parte, las caminatas en la playa tienen un mayor impacto en las articulaciones y esto puede agravar problemas preexistentes como la artritis. De hecho, este tipo de actividades están contraindicadas para aquellas personas que padecen ciertas condiciones como hernias discales, lumbajear o escoliosis, ya que pueden empeorar las patologías e incrementar los síntomas significativamente. En este sentido, lo ideal es buscar un terreno mucho más estable para caminar.
¿Cuáles son los consejos para caminar en la playa?

Si deseas disfrutar de una caminata en la playa, es importante seguir algunos consejos que te ayudarán a prevenir cualquier tipo de lesión. Primero, es importante utilizar un calzado deportivo con buena amortiguación y soporte para el tobillo, debido a que las sandalias ofrecen poca protección y firmeza. También es crucial mantener la espalda recta, los hombros relajados y una buena postura para evitar caídas.
En caso de tener algún problema de columna, evita caminar por tiempo prolongado y está muy atento a las señales de tu cuerpo. Si experimentas algún tipo de dolor o incomodidad, lo mejor será detenerte y descansar para evitar que se desarrolle algún tipo de lesión grave. De esta forma, tus momentos de caminata serán seguros y agradables.