Alarma en Europa: Hasta siete países confirman contagios de virus del Nilo Occidental en 2023

En los últimos meses, se ha registrado un aumento preocupante de casos de infección por el virus del Nilo Occidental (VNO) en varios países de Europa, incluyendo Austria, Hungría, Rumanía, España, Francia, Italia y Grecia. Según el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), esta enfermedad está emergiendo como un problema de salud pública en el continente.

En el caso de España, las autoridades sanitarias han confirmado nueve nuevos casos de VNO en diferentes localidades de Andalucía, como Los Palacios y Villafranca, Dos Hermanas, Coria del Río y La Puebla del Río. Estos casos se suman a los 20 detectados en 2023, algunos de los cuales fueron identificados a través de donaciones de sangre, ya que la enfermedad cursa sin síntomas en la gran mayoría de los pacientes (80%).

La Expansión del Virus del Nilo Occidental en España

España se ha convertido en un país endémico para el virus del Nilo Occidental debido a una combinación de factores favorables, como la diversidad de posibles reservorios, la proximidad a zonas endémicas como África, las características ecológicas y climáticas, las rutas migratorias de aves y la presencia de vectores competentes ampliamente distribuidos por todo el territorio.

Esto ha provocado que, en los últimos años, se hayan registrado brotes recurrentes tanto en animales como en personas en diversas zonas de la península, especialmente en Andalucía, Extremadura y Cataluña. De hecho, en 2020 se detectó un aumento marcado de la incidencia, con 77 casos humanos, de los cuales el 97% cursaron con meningoencefalitis y 8 fallecieron.

Riesgos y Consecuencias del Virus del Nilo Occidental

El virus del Nilo Occidental representa un riesgo significativo, especialmente en las áreas geográficas donde se ha detectado su presencia. Aunque la gran mayoría de los casos (80%) cursan de manera asintomática o con síntomas leves similares a la gripe, en una pequeña proporción de pacientes pueden desarrollarse manifestaciones neurológicas graves, como meningitis, encefalitis y parálisis flácida aguda.

Estas formas más severas de la enfermedad pueden ser mortales en un 10% de los casos, especialmente en personas mayores, receptores de trasplantes, con consumo excesivo de alcohol, diabetes, enfermedad renal crónica, enfermedad cardiovascular, hipertensión, cáncer o inmunosupresión. Además, existe un riesgo alto de secuelas en aquellos pacientes que desarrollan manifestaciones neurológicas.

En resumen, el virus del Nilo Occidental representa un desafío creciente para la salud pública en España, donde la vigilancia epidemiológica y la implementación de medidas de prevención y control serán cruciales para mitigar el impacto de esta enfermedad emergente.