Espadas, foco de las críticas. María Jesús Montero se ha convertido en una tumba ante el nuevo concierto catalán, que rompe con los principios de igualdad, solidaridad, la Constitución y la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA). La ministra de Hacienda es de las pocas voces socialistas ausentes en este traspaso de todos los tributos generados en Cataluña, incluido el IVA, IRPF y el Impuesto de Sociedades. La demoledora hemeroteca de la andaluza habla por sí sola sobre la claudicación del PSOE ante ERC para aceptar el pacto fiscal en Cataluña -llegó a decir que era un «bulo de la derecha» y que no habrá en ningún caso una cesión de los tributos-.
No obstante, María Jesús Montero no se ha pronunciado desde que el PSC acordara su preacuerdo con ERC para investir a Salvador Illa como nuevo presidente de la Generalitat -y está por ver que lo sea porque necesita que todos los diputados de ERC lo acepten y no está claro que vaya a mantenerse la disciplina de voto-. La ministra de Hacienda es quien tiene la voz más autorizada del Gobierno al ser su cartera la más perjudicada y afectada por este traspaso, un castigo que puede dejar la alfombra roja a Salvador Illa como nuevo líder del PSOE una vez que Pedro Sánchez haga sus maletas.
ESPADAS, UNA VELETA EN LOS CAMBIOS DE OPINIÓN DE PEDRO SÁNCHEZ
Históricamente, el PSOE ha vendido esta cesión de impuestos en Andalucía como un acto insolidario y una línea roja inquebrantable. El rechazo era rotundo e incluso la pasada semana, el líder de los socialistas andaluces, Juan Espadas, ponía algún ‘pero’ al preacuerdo. Pero hay que convencer a los críticos en este nuevo ‘cambio de opinión‘ del Gobierno y de Ferraz, un hecho que algunos críticos valoran como un «error histórico».
Todas las voces consultas, incluidas las de Inspectores Fiscales, apuntan que el preacuerdo entre el PSC y ERC, bendecido por el PSOE sin consultar a la militancia, dejará al sistema común roto, quebrado e incluso con visos de ser inconstitucional. En este sentido, se estima la pérdida de 26.000 millones a la caja común, un dinero que sufraga la Sanidad y Educación de distintos territorios, con el fin de quien más tiene más aporta al conjunto. Pero con Cataluña, este sistema se rompe por completo. Es la tercera que más recauda y la primera que más recibirá con el nuevo concierto.
ESPADAS SE QUEJA DEL PP, PERO BENDICE EL AGRAVIO CON CATALUÑA
Aún así, el PSOE de Juan Espadas ha emprendido una cruzada contra la actual Junta de Andalucía al asegurar que los servicios «son deficientes y precarios con incumplimientos muy graves». Lejos de impedir el deterioro con el preacuerdo entre ERC y el PSC, el líder de los socialistas andaluces apunta ahora que «el Gobierno sostiene la Educación en Andalucía». Espadas ha perdido tanto el norte que no logra poner orden ni a sus propios números.
«Mejorar la financiación de comunidades como Cataluña, que quiere iniciar una nueva etapa de progreso, normalización y convivencia, mejorando al mismo tiempo la de comunidades como Andalucía, que está infrafinanciada en sus servicios públicos por el actual modelo», afirma. Al mismo tiempo defiende un sistema que garantiza la solidaridad entre territorios. Es decir, Aplaude que Cataluña recaude, gestione y liquide todos los impuestos que se generan en la Comunidad Autónoma y pide después solidaridad. La contradicción se ve a mil leguas y el chiste se cuenta solo.
No contento con no saber ni explicarse, Juan Espadas espera que el resto de Comunidades Autónomas «cooperen» y «estén a la altura». Los socialistas de Asturias, Castilla-La Mancha, Valencia, Madrid y Aragón lo han entendido a la perfección, tanto que han anunciado recursos ante el Tribunal Constitucional. Y es que, Espadas no entiende que Andalucía, Murcia, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Extremadura son deficitarias.
LOS ANDALUCES PAGARÁN LAS PENSIONES DE LOS CATALANES
Es decir, ni con la recaudación de todos los impuestos podrían hacer frente al pago de deudas, servicios y las pensiones. Y es que, el pacto entre ERC y el PSC obliga a las CCAA a continuar abonando las pensiones de los catalanes y su deuda -dejada a través del Fondo de Liquidez Autonómica-. También los andaluces, con sus impuestos, continuarán pagando el Cercanías de Cataluña.
Pero para Espadas hay que cooperar y ofrecer a Cataluña un concierto económico que va en contra de al menos tres leyes, dos artículos de la Constitución y con voces críticas en su partido. Sin olvidar tampoco el silencio de su conciudadana María Jesús Montero, número dos del PSOE y que realiza su propia travesía en el desierto tras no lograr el pacto por los Presupuestos de 2024.
Si, como dice el PSOE, Andalucía tiene servicios precarios, más le valdría a Espadas ponerse del lado de Emiliano García-Page y de las otras cuatro federaciones socialistas, porque no habrá llegada de más dinero, sino de más recortes para pagar el café solo para Cataluña. Y no, no habrá café para todos, sencillamente porque no hay suficiente para sufragar los costes.
ESPADAS Y EL FALSO CAFÉ PARA TODOS: ES INVIABLE
Asimismo, las críticas internas del PSOE-A llegan a Ferraz, más tras el Comité Director del pasado mes de julio. Espadas trata de agradar a Pedro Sánchez, toda vez que fue él quien le encargó el liderazgo. Como todo en la vida, todo se centra en la fuerza del eslabón más débil, y Espadas está comprando todas las papeletas para confirmar que es la única entre las grandes federaciones que aplauden al presidente del Gobierno dando la espalda a los suyos.
De esta forma, es el PSOE quien ha permitido el agravio dando un privilegio a Cataluña, con el beneplácito de un Espadas cada vez más ambiguo y veleta, según cambie de opinión Sánchez ahí está el líder del PSOE andaluz para aplaudirle, incluso con medidas que son contrarias a los propios andaluces que aspira a gobernar.