Un interno intenta estrangular con un «mataleón» a un funcionario de prisiones

Durante la tarde del miércoles 31 de julio un preso intentó estrangular a un funcionario de prisiones en la cárcel de Valdemoro con la técnica del mataleón, en concreto al jefe de Servicio del módulo 8 de la citada prisión cuando intentaba mediar en una pelea. Es la segunda agresión que sufren los funcionarios de Valdemoro con apenas unos días de diferencia.

Todo comenzó cuando un interno, E.M.B se abalanzó sobre otro preso propinándole dos puñetazos en la cara. Entonces los funcionarios de servicio acudieron para evitar que continuara la agresión y separar a E.M.B del resto de la población reclusa, a lo que el interno se resistía. Al llegar a la puerta del patio, se abalanzó contra los funcionarios con la intención de agredirlos y cuando el jefe de servicios llegó al lugar el preso comenzó a practicarle un estrangulamiento con la técnica del “mataleón”.

Gracias a la rápida actuación del resto de funcionarios se pudo rescatar al Jefe de servicios de los brazos del interno, pero durante el forcejeo resultaron lesionados otros dos trabajadores. Desde ACAIP-UGT «denunciamos la grave situación que se vive en la prisión de Madrid III (Valdemoro), con acumulación de presos conflictivos en determinados módulos que generan
incidentes continuos, hace apenas unos días dos funcionarios también fueron agredidos por otro preso».

POLÍTICA «BUENISTA»

Los funcionarios denuncian también «la política “buenista” que se está practicando en las prisiones españolas está derivando en problemas de seguridad no solo hacia los trabajadores,
sino también entre internos. Se promueve, desde las direcciones de los centros, una
clasificación interior que no atiende al perfil individualizado del reo, obviando aspectos
tan básicos reconocidos en nuestra legislación como la separación entre internos
preventivos e interno penados».

«SE OBVIAN ASPECTOS TAN BÁSICOS COMO LA SEPARACIÓN ENTRE PREVENTIVOS Y PENADOS»

Hay que recordar que uno de los principales problemas de las cárceles españolas es la convivencia de presos con problemas mentales entre el resto de la población reclusa y el déficit de la sanidad penitenciaria que ya supera el 65 % de falta de médicos.

«Todos estos aspectos, cuando se combinan en un módulo conflictivo como el número 8
de la prisión de Valdemoro en el que se mezclan internos multirreincidentes, con presos
primarios y reos con tratamientos psiquiátricos generan un caldo de cultivo propicio a
los incidentes graves. En esta ocasión, gracias a la rápida y eficiente actuación de los
trabajadores se pudo evitar una tragedia», añaden desde ACAIP-UGT.

Los sindicatos de prisiones han exigido desde hace años que la clasificación y separación interior de los internos atienda a la realidad de los perfiles de los presos, se aplique la individualización científica que establece nuestra Ley y «el principio unicelular de un interno por celda, así como que se den las soluciones al déficit sanitario en las prisiones españolas. En caso contrario, seguiremos soportando la creciente conflictividad en las prisiones españolas y la falta de seguridad en los centros con consecuencias imprevisibles», advierten desde ACAIP.