Los aviones de combate del Ejército de Israel llevaron a cabo una serie de ataques aéreos en varias localidades del sur de Líbano, en respuesta a un ataque previo que dejó al menos doce muertos en la localidad drusa de Majdal Shams, ubicada en los Altos del Golán ocupados por sus fuerzas.
Las Fuerzas de Defensa (FDI) afirmaron que las ofensivas se dirigieron contra «objetivos terroristas» vinculados con el partido-milicia chií libanés Hizbulá.
En un comunicado difundido a través de la red social X, las FDI detallaron que los ataques aéreos apuntaron a infraestructuras de Hizbulá en varias localidades del sur y el este de Líbano, incluyendo Shabriha, Burj al Shamali, Bekaa, Kfar Kila, Rab al Talatin, Jiyam y Tir Harfa.
Al Jazeera también reportó ataques en los puntos mencionados, así como en la ciudad portuaria de Tiro y Abbasiya. Por su parte, el medio afín a Hizbulá, Al Manar, informó de bombardeos en el valle de la Bekaa, un bastión del grupo.
El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas israelíes, Herzi Halevi, confirmó que los ataques se realizaron en respuesta al disparo de un cohete Falaq-1 que impactó en un campo de fútbol en Majdal Shams el sábado por la tarde.
1Israel está preparado para más guerra
Halevi declaró que las tropas israelíes están «preparadas para la siguiente fase de la guerra en el norte» y prometió utilizar todos los medios necesarios para proteger a los residentes del norte de Israel.
Afirmó que el cohete lanzado tenía una cabeza nuclear de 53 kilogramos y que el objetivo del ataque era «matar niños», ofreciendo sus condolencias a las familias de las víctimas.
El ataque en Majdal Shams, que resultó en la muerte de al menos doce israelíes y más de una docena de heridos, ha intensificado la ya tensa situación en la región.
Los Altos del Golán, un territorio árabe que Israel ocupó durante la Guerra de los Seis Días en 1967 y anexó en 1981, sigue siendo un punto focal de conflicto entre Israel y sus vecinos árabes.
En respuesta, las redes sociales han difundido imágenes de los ataques, reflejando la escalada en la violencia. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con creciente preocupación la situación en la frontera entre Israel y Líbano, temiendo una posible expansión del conflicto.
