Un pueblo con una historia de tristeza y guerra se convirtió en una de las atracciones de España. Este pueblo es el foco de diversos relatos de guerra y muchos aseguran que la cruel batalla que se vivió en ese territorio dejó resabios que perduran aún hoy.
Belchite, a 40 minutos de Zaragoza, fue el territorio de un cruento enfrentamiento que se desató en 1936 y quedó arrasada por las ruinas. A pesar de su intento de reconstruirlo en 1954, este pueblo no pudo mantenerse en pie y hoy es el centro de fenómenos paranormales e historias macabras, pero con un gran atractivo para los turistas.
La historia de Belchite, un pueblo lleno de relatos
La historia de Belchite es tan macabra como triste. Su decadencia comenzó por una batalla entre falangistas y republicanos que terminó con la vida de seis mil personas. Desde entonces, este territorio cuenta sólo con ruinas a pesar de su intento por levantarlo en 1954. A pesar de estos embates, el pueblo logró cobrar vida gracias a Fundación Pueblo Viejo de Belchite, desde donde se reconstruye su historia entre las reliquias con testimonios aún persistentes.
El pueblo mantiene algunas estructuras arquitectónicas que se mantienen en pie a pesar del tiempo y las condiciones climáticas. Este sitio cuenta con tres puertas de entrada, donde se destaca el Arco de la Villa y dos iglesias: San Agustín, a la que no se puede acceder por peligro de derrumbe, y la Iglesia de San Martín que se levantó en el siglo XIV. Entre los atractivos también aparecen la Torre del Reloj, que anteriormente fue la iglesia de San Juan, y las casas de la calle Mayor, las cuales eran típicos palacios renacentistas aragoneses.
Los fenómenos paranormales en el pueblo de Belchite
Belchite no sólo tiene retazos de historias en sus calles, sino también es escenario de diversos fenómenos paranormales. Quienes quieren conocerlo pueden tener dos tipos de visitas guiadas: la diurna, en la que se recorre la historia del lugar, y la nocturna, que está enfocada en la parapsicología y los hechos que no se pueden explicar.
Los guías turísticos de Belchite aseguraron que muchos de los visitantes quedaron impactados al ver siluetas en diferentes lugares o muchos se largaron a llorar una vez que ingresaron a algunos de los edificios que aún se mantienen en pie. También, otros turistas aseguran haber visto o conocer situaciones y hechos desconocidos por el momento y otros sintieron olor a sangre en las construcciones del lugar.
