La ciudad autónoma de Ceuta está experimentando una situación compleja en torno a la gestión de los flujos migratorios, y las autoridades competentes han tomado medidas extraordinarias para descongestionar el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). En un primer paso, un grupo de 46 extranjeros ha emprendido su viaje hacia la península, con el objetivo de ser reubicados en diferentes centros de Andalucía.
La Delegación del Gobierno en Ceuta ha confirmado que se encuentra trabajando «a contrarreloj» para «recuperar la normalidad» en el CETI, que excede su capacidad ocupacional máxima de 512 plazas, albergando actualmente a más de 600 personas. Continúan las conversaciones con el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones para definir la fecha y el volumen de las próximas salidas de migrantes, que, según fuentes consultadas, podrían llegar a los 160 en los próximos días.
Medidas Extraordinarias para Descongestionar el CETI
Las medidas extraordinarias implementadas por las autoridades comenzaron con la decisión del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que ordenó paralizar la acogida de nuevos residentes en el CETI. Esta medida se tomó a pesar de que la ocupación del centro ya había superado las 1.000 personas.
El sábado, 46 residentes del CETI partieron con destino a la península, y se espera que en los próximos días se produzcan más salidas. Todos los migrantes que abandonaron Ceuta este sábado forman parte del programa de atención humanitaria, y proceden, en su mayoría, de Guinea Conakry, Sudán, Argelia y Chad.
Los extranjeros, organizados en parejas o pandillas más numerosas, dejaron atrás el CETI y se encaminaron a pie hasta la Estación Marítima, donde tomaron el ferry con destino a Algeciras (Cádiz). Algunos residentes que aún no pueden partir acompañaron a sus amigos en esta despedida, expresando su deseo de poder sumarse a ellos próximamente.
Sueños y Esperanzas de los Migrantes
Entre los migrantes que partieron este sábado se encontraba un joven sudanés que expresó su gratitud por la vida que le brindan en el CETI, pero manifestó su deseo de tener más libertad para «hacer turismo, conocer la ciudad y a las personas», y no sentirse «prisionero» del Centro de Inmigrantes.
Este migrante tiene planes de estudiar Medicina, una carrera que tuvo que abandonar en su país, y también pretende perfeccionar su inglés y «aprender todo sobre la cultura del país» que lo acoja. Aunque aún le queda un mes para embarcarse hacia la península, ya ha comenzado a hacer sus preparativos, lleno de esperanza y sueños para su futuro.
La situación en el CETI de Ceuta sigue siendo un desafío, y las autoridades competentes trabajan para encontrar soluciones que permitan atender de manera adecuada a los migrantes que llegan a la ciudad autónoma. La salida de este primer grupo es un paso en esa dirección, aunque se prevén más desplazamientos en los próximos días, en un esfuerzo por recuperar la normalidad en las instalaciones.
