El snack delicioso y saludable: galletas saladas con tomate seco para cualquier momento

Las galletas saladas con tomate seco se han convertido en una opción popular para quienes buscan un snack delicioso y saludable. Estas galletas no solo son fáciles de preparar, sino que también ofrecen una combinación perfecta de sabores que las hace irresistibles. Su textura crujiente y el toque umami del tomate seco las convierten en el acompañamiento ideal para cualquier ocasión, desde una merienda casual hasta una elegante tabla de quesos.

Además, las galletas saladas con tomate seco son una excelente alternativa a las opciones comerciales llenas de conservantes y aditivos. Al hacerlas en casa, puedes controlar los ingredientes y asegurarte de que estás consumiendo un producto natural y saludable. Estas galletas no solo son deliciosas, sino que también son nutritivas, gracias a los beneficios del tomate seco, que es rico en antioxidantes y vitaminas.

Ingredientes y preparación de las galletas saladas

Ingredientes y preparación de las galletas saladas

Para preparar estas deliciosas galletas saladas con tomate seco, necesitarás los siguientes ingredientes: 200 gramos de harina, 100 gramos de mantequilla fría, 50 gramos de queso parmesano rallado, 50 gramos de tomate seco, una cucharadita de sal, una cucharadita de romero seco, y 2-3 cucharadas de agua fría. Estos ingredientes básicos se pueden encontrar fácilmente en cualquier supermercado y aseguran un resultado sabroso y crujiente.

Primero, corta los tomates secos en trozos pequeños y resérvalos. En un bol grande, mezcla la harina con la sal y el romero seco. Añade la mantequilla fría cortada en cubos y mézclala con la harina hasta obtener una textura arenosa. Luego, incorpora el queso parmesano rallado y los trozos de tomate seco. Mezcla bien todos los ingredientes hasta que estén distribuidos de manera uniforme.

Formando las galletas

Formando las galletas

Añade el agua fría a la mezcla, una cucharada a la vez, hasta que la masa empiece a cohesionarse. Amasa ligeramente hasta formar una bola. Envuelve la masa en papel film y refrigérala durante al menos 30 minutos. Este paso es crucial para que la masa se endurezca un poco y sea más fácil de manejar al momento de formar las galletas.

Precalienta el horno a 180 °C (350 °F) y forra una bandeja de horno con papel pergamino. Saca la masa del refrigerador y extiéndela sobre una superficie ligeramente enharinada hasta que tenga un grosor de aproximadamente medio centímetro. Usa un cortador de galletas para darles forma y colócalas en la bandeja de horno preparada, dejando un pequeño espacio entre cada galleta.

Horneado y disfrute

Horneado y disfrute

Hornea las galletas saladas con tomate seco durante 12-15 minutos o hasta que estén doradas en los bordes. Es importante no sobrecocerlas para que no se vuelvan demasiado duras. Una vez horneadas, déjalas enfriar completamente sobre una rejilla antes de almacenarlas en un recipiente hermético. Estas galletas se mantienen crujientes y deliciosas durante varios días, lo que las hace perfectas para tener siempre a mano.

Las galletas saladas con tomate seco son un snack versátil que se puede disfrutar en cualquier momento del día. Puedes servirlas como aperitivo, acompañarlas con una variedad de quesos y dips, o simplemente disfrutarlas solas. Su sabor único y su textura crujiente las hacen una opción ideal para compartir con amigos y familiares en reuniones y eventos.