Las patatas gratinadas con queso, bacon y nata al horno son el acompañamiento perfecto para cualquier comida o incluso pueden ser el plato principal en una cena especial. Este plato combina la suavidad de las patatas, la riqueza del queso, el sabor ahumado del bacon y la cremosidad de la nata, todo horneado hasta obtener una superficie dorada y crujiente que cautivará el paladar de cualquier comensal.
2Preparación de las patatas gratinadas con queso, bacon y nata al horno
Una vez tengas listos todos los ingredientes, precalienta el horno a 180 grados Celsius. En una sartén a fuego medio, cocina los trozos de bacon hasta que estén crujientes, después retíralos y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. En la misma sartén, sin limpiar la grasa del bacon, agrega las rodajas de patata y cocina durante unos cinco minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que empiecen a dorarse un poco en los bordes.
Para montar las patatas gratinadas con queso, bacon y nata al horno, unta ligeramente con mantequilla una fuente para horno. Coloca una capa de patatas en el fondo, luego esparce una parte del bacon y una porción del queso rallado por encima. Repite el proceso, creando capas hasta agotar los ingredientes. Termina con una capa generosa de queso. Vierte la nata líquida uniformemente sobre las capas, asegurándote de que se infiltre bien entre las patatas.
Introduce la fuente en el horno precalentado y hornea durante unos 45 minutos, o hasta que las patatas estén tiernas y la superficie dorada y burbujeante. Si quieres una cosa mucho más crujiente, puedes subir la temperatura del horno o ponerlo en modo grill durante los últimos minutos.